Seleccionar página

Doughnuts

Berlinas, berlinesas, bolas de Berlín, donuts rellenos, bolas (o borlas) de fraile, bombas, abisinios… el nombre es lo de menos. Son los donuts más ricos que he hecho o probado nunca. ¿Os acordáis de cuando Enrique Iglesias berreaba cantaba aquello de «Es casi una experiencia religiosa»? Pues seguro que acababa de comerse uno de estos donuts. Preparé 3 versiones: donuts clásico (con agujero y glaseado de agua y azúcar), berlinas rellenas de crema, y berlinas sin rellenar. Podéis ver una foto aquí (salvo los de agujero, que se los comieron Pablo y Jorge)

Esta es una de esas veces que no acabo de estar satisfecha con las fotos, creo que no terminan de reflejar lo buenos que están estos donuts (eso explica que haya 7 fotos en este post, no podía decidirme porque ninguna me convencía del todo). Así que ahora voy a hacer como en los anuncios de la teletienda y os voy a dejar unos cuantos testimonios reales.

– Jorge (hijo experto en donuts, 4 años): «mmmmmmmm mmmmmmm mami están riquísimos mmmmmm mmmmmmm qué rico mmmmmmmmmmmmmm» (hasta que se acabó el donut)
– Pablo (hijo experto en donuts, 6 años). Esperándome en la cocina cuando salí de trabajar a las 9 de la noche: «mami, me puedo comes otlo? es que no puedo resistimme» (estamos trabajando las erres)
– Joaquín (marido, más años): ¿por qué no abrimos una tienda? (se comió tres seguidos. Ejem. Vale, yo también)
– Compañera de instituto 1: «Es que estaba en clase y no podía dejar de pensar en los donuts» (este testimonio me encanta! Es de las cosas más bonitas que me han dicho nunca reposterilmente hablando.)

A estas alturas, espero haberos convencido ya de que los probéis. Pero si no, debéis saber que la receta es de la pastelería St John en Londres, y dicen de sus donuts que son los mejores del mundo. Después de todo son donuts con estrella Michelín (el restaurante St John tiene una estrella Michelín desde 2012). Y después de probar estos donuts yo le daría 3 estrellas. Concretamente, una por cada michelín que calculo que me va a salir a mí.

Por una vez he seguido la receta casi al pie de la letra. Los únicos cambios: no uso caster sugar, porque no tenía (aunque puede encontrarse en España), y en su lugar uso azúcar blanco normal; y frío los donuts a una temperatura entre 170 ºC y 180 ºC en lugar de los 190 ºC que propone la receta original.

Uno de los puntos críticos en la elaboración de donuts para mí es la fritura: una fritura demasiado rápida hace que se tuesten demasiado por fuera y queden crudos por dentro, y una temperatura demasiado baja hace que la masa absorba aceite. En esta ocasión freí los donuts de uno en uno, en una cacerola pequeñita llena de aceite hasta la mitad, y fui controlando la temperatura en todo momento con el termómetro. En mi cocina de inducción, que va de 1 a 9, los hice a una temperatura entre 3 y 4 (la iba variando a medida que subía o bajaba la temperatura del aceite).

Os aviso de que la masa es blandita y pegajosa. Y tiene que ser así para que luego queden también así de esponjosos. Poned un poco de harina en la mesa y en las manos, pero no añadáis más harina de la que indica la receta. Es algo difícil de manejar, pero merece la pena. Además tiene la ventaja de que una vez pasado el amasado inicial, cuando la masa se corta para formar bolitas está fría (recién sacada del frigorífico), con lo cual se puede manejar sin ninguna dificultad, ya que la mantequilla se endurece en el frigorífico y se vuelve mucho más manejable.

Los donuts tienen que comerse en el mismo día. Pero eso no creo que sea un problema después de que los probéis. Si queréis conservarlos, además de poner trampas por todas partes, congeladlos en una bolsa (sin relleno), y calentadlos unos minutos en el horno cuando los queráis consumir. Otra ventaja de esta receta es que se empieza a preparar el día antes, y se deja reposar la masa toda la noche en la nevera. Al día siguiente, se da forma a las bolitas, se reposan otras dos horas, y se fríe. Lo que te permite comer donuts recién hechos en un desayuno tardío, en el brunch, en la merienda. O en todas y cada unas de estas ocasiones. Sé de una que se comió tres el mismo día.

No me enrollo más. Vamos a lo importante. Ellos. Los mejores donuts del mundo. De verdad.

PD: Os recuerdo que ya está en preventa mi nuevo libro «Polos y helados», y desde el miércoles 14 de Mayo estará a la venta en todas las librerías. Porque por si nunca lo habéis probado, los donuts con helado están increíbles.


Doughnuts

Doughnuts


Doughnuts

Doughnuts


Doughnuts

Doughnuts


{Berlinas}

Preparación: 30 minutos (más reposo. Se comienza a preparar el día antes)

Cocción: 4 min (por donut)

Raciones: 25 berlinas o donuts

Ingredientes

  • 500 g de harina de fuerza
  • 65 g de azúcar (más azúcar extra para rebozar)
  • 10 g de sal
  • 15 g de levadura fresca de panadería
  • 4 huevos
  • ralladura de medio limón ecológico (solo la parte amarilla)
  • 150 ml de agua
  • 125 g mantequilla en pomada (blandita)
  • aceite de girasol abundante, para freír.

Preparación

  1. El día anterior ponemos en un bol todos los ingredientes salvo la mantequilla y el aceite. Comenzamos a amasar a mano, o con un robot de cocina (yo aproveché para estrenar la KA que me regalaron por mi cumple). Si tenéis posibilidad, como la masa es bastante pegajosa, recomiendo robot. Amasamos durante unos 5 minutos
  2. Vamos añadiendo la mantequilla poco a poco mientras que seguimos amasando. Cuando esté integrada, amasamos unos 5-10 minutos más, hasta obtener una masa lisa y homogénea.
  3. Ponemos la masa en un bol espolvoreado con harina. Tapamos con un trapo, y dejamos en un lugar templado hasta que duplique su tamaño (yo suelo meterlo en el microondas, apagado. Tarda un par de horas más o menos)
  4. Pasado este tiempo, espolvoreamos la mesa con harina, y las manos, y volvemos a amasar ligeramente, Ponemos la masa del nuevo en el bol, lo tapamos con film plástico, y dejamos en el frigorífico durante toda la noche (mínimo 4 horas)
  5. Al día siguiente, sacamos la masa del frigorífico, y enharinamos ligeramente la mesa de trabajo. Cortamos la masa en 25 porciones iguales (porciones de 45 g aproximadamente). Damos forma de bolita a cada una de las porciones, y las ponemos sobre una bandeja forrada con papel de hornear. Aplastamos ligeramente cada bolita con los dedos. Debemos dejar una separación suficiente entre las bolitas, ya que aumentarán de tamaño al reposar. Tapamos cada bandeja con film plástico, o con un trapo, y dejamos reposar durante un par de horas en un lugar templado hasta que dupliquen su tamaño
  6. Ponemos abundante aceite de girasol en un cazo al fuego, hasta que alcance los 160-180 ºC. Cortamos el papel del hornear, y con él vamos depositando las berlinas en el fuego. Pasado unos segundos se retira el papel de hornear sin problemas. Vamos friendo los donuts en grupos de 2 o 3 como máximo (yo los freí de uno en uno, uso un cazo pequeñito). Los freímos dos minutos por un lado, les damos la vuelta, y los freímos dos minutos por el otro lado. Retiramos con una espumadera, y depositamos sobre papel de cocina. En el cazo debe haber suficiente aceite para que las berlinas floten sin tocar nunca el fondo. Si tenéis freidora podéis usarla, pero el aceite deberá ser nuevo
  7. Inmediatamente rebozamos en azúcar, nos comemos 3 o 4, y pasamos el resto a una rejilla hasta que estén fríos
  8. Una vez fríos, con una manga pastelera equipada con una boquilla para rellenar, podemos rellenar los donuts de crema pastelera, mermelada o nutella.

NOTAS:

  • Os recomiendo siempre que preparéis donuts hacer una prueba con el primero. Lo fries, lo dejas reposar unos minutos, y lo abres por la mitad para ver si está bien cocinado, y así puedes continuar con el proceso con tranquilidad
  • Si quieres preparar el glaseado de azúcar clásico (e incluso darles forma de donut con agujero), tienes las indicaciones en este post. El glaseado clásico se prepara con 200 g de azúcar glass mezclados con cuatro cucharadas de agua. Bañamos los donuts en esta mezcla y los dejamos enfriar sobre una rejilla igual que con el rebozado de azúcar
  • La crema pastelera la preparé de la siguiente manera: ponemos a hervir 250 ml de nata + 150 ml de leche con 150 g de azúcar y una vaina de vainilla. Mientras, mezclamos 15 g Maizena con otros 100 ml de leche en otro cuenco y reservamos. Aparte, batimos 3 yemas, y añadimos a la leche y la Maizena que hemos reservado previamente. Cuando hierva la mezcla que está al fuego, apartamos del fuego, retiramos la vaina de vainilla, la abrimos, sacamos las semillas y las agregamos a la mezcla. Añadimos ahora esta mezcla a las yemas removiendo sin cesar, y volvemos a llevar al fuego (medio). Seguimos removiendo la mezcla de manera continua hasta que espese a nuestro gusto (Al enfriar espesará más). Dejamos enfriar antes de rellenar los donuts (debe conservarse en el frigorífico)
  • Fuente de la receta de donuts: Receta de la pastelería St John, sacada de The Guardian Incluida en el libro The Complete Nose to Tail, Bloomsbury
  • Si has preparado esta receta, y quieres enviarme una foto y tus comentarios para que los publique en el blog, por favor hazlo a través de este formulario .
  • Ya está en preventa mi libro «Polos y helados» con un montón de recetas inéditas! Desde el día 14 podréis adquirirlo en todas las librerías, si queréis más información podéis encontrarla aquí
  • Puedes seguir las novedades del blog a través de Facebook, o Twitter, o suscribiéndote aquí para recibir las recetas en tu mail