Hoy sale a la venta mi nuevo libro, «Chocolate», y esta es una de las recetas que incluye. Pero, para alivio vuestro (y sobretodo, mío), hoy NO he venido a hablar de mi libro.
Desde que empecé con el blog hace 7 años, he ido compartiendo con vosotros pequeñas historias divertidas que me pasan en mi día a día. Cosas que me pasan, o que me hacen gracia, o que recuerdo de años atrás. Creo que es marca de la casa que, cuando venís a leer un post, os saque una sonrisa. Al menos es lo que intento. Alguna hater me acusó en su momento de vender una vida perfecta. Nada más lejos de la realidad. Tengo una vida normal y corriente. No todo en mi vida es felicidad, y nunca ha habido intención de que pareciese otra cosa. Pero sí que es verdad que hace tiempo decidí compartir aquí solo los momentos felices. ¿Por qué? Pues porque es mi blog, que es algo personal y porque es lo que me apetece hacer. Porque hago un esfuerzo consciente y elijo centrarme en lo bueno, y recordarlo. Porque después, cuando tengo un mal momento, vengo y releo alguna de las entradas de las búsquedas de Google. O navego por las historias de Pablo y Jorge que han ido quedando recogidas en alguna de las 400 entradas que tiene el blog. Mi blog está lleno de pequeñas historias que me hacen sonreír o reír a carcajadas, y que si no fuese porque en su momento las compartí con vosotros, probablemente habrían quedado relegadas al olvido. El blog es mi receta de la felicidad. No me apetece venir aquí y hablar de cosas tristes. Si en mi vida «real» no voy contando mis cuitas porque soy reservada, tímida e introvertida… ¿Por qué debería hacerlo aquí? ¿Tener un blog me obliga a compartir todo lo que pasa en mi vida? La última vez que lo miré, un blog era algo personal donde uno escribía lo que le daba la gana. Y en el mío, quiero risas, buenas recetas y fotos que hagan soñar. Porque para cosas tristes, pongo el telediario, o pienso en que estos concursantes de Gran Hermano tienen derecho a voto.
Hoy, no obstante, voy a hacer una excepción. Así que los que habéis entrado buscando una sonrisa, espero que seáis de los que solo miran las fotos.
Hace unos meses leyendo la intro del libro de Alma «A correr» me sentí muy identificada con lo que contaba (menos con la parte de correr. Eso solo si me persiguen). Y hace unos días leía un artículo de Cristina Mitre, en el que hablaba de su crisis de ansiedad. Justo el pasado 10 de Octubre fue el «Día de la salud mental». Han sido como señales que me iban diciendo: «Habla, habla, habla». Así que me parece que ha llegado el momento. Llevo años queriendo tratar este tema aquí, y no lo había hecho por pudor, por miedo… También me he animado a hablar de ello porque a lo largo de estos 11 años que llevo trabajando como profesora, he tenido varios alumnos con problemas de ansiedad, que venían avergonzados a la salida de clase para decirme en voz baja que podían tener una crisis en clase, que no querían que sus compañeros lo supieran, que lo entendiese si de repente tenían que salir sin pedir permiso. Como les dije a cada uno de ellos en su momento, nadie les entiende mejor que yo. Y no tienen por qué sentirse avergonzados. Nadie debería sentirse avergonzado por tener una enfermedad.
En 2002 empecé a sufrir ataques de pánico o de ansiedad, como los queráis llamar. Para quien nunca los haya sufrido, tienen muchas variantes. Pero digamos que expresiones como «eternidad en un segundo» y «morir de miedo» de repente cobran significado. En algunas crisis de manera súbita, y sin motivo aparente, el corazón se me ponía a mil, me dolía muy fuerte el pecho y pensaba que iba a tener un ataque al corazón. En otras, miles de pensamientos negativos sin control me bombardeaban la mente, y pensaba que me iba a volver loca porque era incapaz de controlar lo que pensaba. Otras veces no podía respirar y creía que me iba a morir. A veces, las peores veces, eran las tres cosas a la vez. Eso en los momentos de crisis en sí. El resto del tiempo era algo así como llevar la «Nada» dentro. Si habéis leído a Michael Ende y la Historia Interminable, sabréis a qué me refiero. Ausencia total de motivación para nada. NADA. No podía leer que es mi actividad de evasión favorita. Incluso comer dejó de ser una actividad placentera para ser eso, «nada». Perdí 10 kilos en pocos meses (No todo iban a ser desventajas xD). No voy a entrar en por qué empecé a tener ataques de pánico. Eso me llevaría mucho tiempo, y al final tendría que pagaros por la terapia. Y honestamente, no me apetece desnudarme tanto. Permitidme que me reserve algo por si alguna vez tengo que dar una exclusiva al Hola 😛
El caso es que busqué ayuda médica, y me puse en tratamiento. Estuve unos meses tomando Orfidal, y varios meses más en psicoterapia. Eso me ayudó, igual que me ayudaron muchas personas: mis padres (mi madre me llevó de viaje a la zona del Loira en Francia, en coche alquilado las dos, yo conduciendo y mirando las señales y el mapa al mismo tiempo, porque mi madre como copiloto es un mueble. Todavía no sé cómo volvimos sanas y salvas de aquella aventura. Pero cambiar de aires SIEMPRE ayuda un montón en estos casos!); mi amiga Blanca en Madrid que se empeñaba en sacarme de casa cuando yo solo quería quedarme en un rincón; José Carlos con el que hablaba por chat a diario y que me hacía reír con sus historias,… Personas con las que en algunos casos ya apenas tengo contacto pero a las que les debo mucho y desde aquí aprovecho para darles las gracias. También el sentido del humor fue (y sigue siendo) mi gran arma. Por suerte, en todos esos momentos bajos nunca perdí la capacidad de reírme de casi todo.
¿Estoy ahora bien? Digamos que sí. Desde ese año no he vuelto a tener ataques de pánico, aunque sí amagos. Tampoco he vuelto a ser la misma que era antes. Perdí la alegre inconsciencia en la que vivía antes de que me ocurriese esto. Al fin y al cabo ahora sé que la «Nada» está ahí acechando, y te puede atacar cuando menos te lo esperas. Como decía Nietzsche, cuando miras largo tiempo al abismo, el abismo también te mira a ti. Tengo pequeñas fobias. Lo paso mal cuando tengo que hablar en público (bueno, esto ha sido así desde que tengo memoria). Me da miedo conducir (sobre todo en autovía). No me gustan nada los ascensores, ni en general ninguna situación en la que me sienta «encerrada» (ir en metro, avión,…) Una vez tuve un ataque de pánico porque me quedé dentro del coche mientras que pasaba por una esas máquinas automáticas de autolavado y empecé a pensar que no podía salir… Y sobre todo, me ha quedado «el miedo al miedo». Es decir, el miedo a tener otro ataque de pánico.
En general, soy feliz, he aprendido a vivir con ello y a enfrentarme a ello, e intento que el miedo no me impida hacer nada. Mi lectura de lo que me pasó es que todo ese mal, al final fue para bien. Quizá me engaño y no es más que simple necesidad de encontrarle sentido a todo lo que nos pasa, sobre todo si son hechos negativos. Pero lo cierto es que fue como una patada en el culo de parte de la vida, para obligarme a dejar lo que me hacía infeliz, y seguir un camino que era mejor para mí… y que nunca habría cogido sin mediar patada (me encanta esta expresión que me acabo de inventar). Por mi forma de ser, soy muy de aguantar y aguantar. Y cuando ya no puedo más, aguanto otro poco más. Y esta crisis que sufrí me obligó a dejar atrás un trabajo que no me gustaba, y a dedicarme a ser profesora, que me encanta. Dejé unos horarios horribles que no me habrían permitido nunca disfrutar de mis hijos como he podido hacerlo. Me libré de un jefe acosador. Aprendí a cocinar, que era algo que siempre había querido hacer, abrí un blog de cocina, y cumplí mi sueño de publicar no uno, sino ¡varios libros! La palabra crisis en japonés está compuesta por dos caracteres: «peligro» y «oportunidad». Mi crisis fue exactamente eso.
¿Y por qué os cuento todo esto? Porque me gustaría que se hablase de ello con más naturalidad y normalidad, y la única manera de lograrlo es que los que pasamos por una enfermedad mental hablemos de ello abiertamente. No creáis que confieso esto sin miedo. De hecho estoy bastante acojo asustada, y mientras que escribo estas palabras a 14 de Octubre de 2015 tengo preparado otro post por si no me atrevo finalmente a publicar este. Ya os he comentado antes que soy reservada por naturaleza, la mayor parte de las personas con las que me relaciono a diario no saben nada de esto. En el blog me lee mi familia, mis amigos y conocidos, compañeros de trabajo, alumnos,… Incluso Hugh Jackman, aunque lo mantenga en secreto :P. Además no es un tema del que me guste hablar. Me preocupa que afecte a mis seres queridos, que mis hijos sufran, que perjudique al blog, que la gente me trate de manera distinta, que tenga repercusiones en mi trabajo,… Me preocupa dar pena. Las enfermedades mentales se miran con cierto desprecio, quizá por una mezcla de miedo, y de pensar que estás a salvo porque crees que a ti nunca te pasaría algo así. Que tú eres fuerte, y eso sólo les pasa a los débiles. Yo tampoco me imaginé nunca que me pasaría algo así. Pero me pasó. Y no quiero sentir miedo o vergüenza porque he tenido ataques de pánico. No quiero que mis alumnos sientan que están solos o se sientan avergonzados cuando vienen a decirme que sufren crisis de ansiedad. Espero que la gente que esté pasando por ello ahora mismo, sepa que le pasa a mucha gente, y que todo el infierno por el que están pasando con suerte al final les ayudará a encontrar su camino y a tener una vida más plena. Creo que es hora de que se hable con normalidad de las enfermedades mentales, y se deje de culpabilizar a los que las sufren. Porque se sufre muchísimo y mucha gente parece esperar que te cures tú solo. Cuando alguien tiene una pierna rota, o una enfermedad del corazón, a nadie se le ocurre decirle: «¡Pero ponte bien, supéralo!» o «¡Sé fuerte y cúrate!» ¿Por qué son frases que oyes cuando tienes una enfermedad mental? ¿Por qué mucha gente piensa que solo necesitas fuerza de espíritu para curar la mente? Si necesitas un trasplante de hígado, ¿se cura solo deseándolo? No, ¿verdad? Pues lo mismo debería ocurrir cuando es otro órgano, la mente, el que está enfermo.
Lo dejo aquí, que ya ha terminado mi hora, y al fondo veo alguno que da cabezadas sobre el teclado. Puedo prometer y prometo que no volveré a hablar en serio por lo menos hasta… que tenga ganas de volver a hacerlo.
No le he comentado a nadie que voy a escribir este post (ya os dije que soy reservada). En el fondo me da miedo que hagan flaquear mi, ya de por sí, escasa valentía. Releo lo que escrito y pienso que qué hago contando esto que probablemente no le interesa a casi nadie… Espero que a alguien le sirva de ayuda, porque me ha costado mucho escribirlo.
Y si no, al menos, como dijo Humphrey Bogart: «Siempre nos quedarán las trufas».
{Trufas de chocolate}
Preparación: 15 min
Cocción: 5 minutos (más reposo en el frigorífico)
Raciones: 24 trufas aproximadamente
Ingredientes
- 250 g de chocolate negro, troceado (de 55% a 70% de cacao)
- 200 ml de nata para montar
- 50 g de mantequilla
- 1 pizca de sal
- cacao puro en polvo para espolvorear
Equipamiento (opcional): un sello de lacre
Preparación
- En un cazo al fuego, calentamos la nata con la sal. Cuando esté caliente, retiramos del fuego, agregamos el chocolate troceado, y removemos hasta que esté disuelto. Añadimos por último la mantequilla, mezclamos bien, y dejamos enfriar, primero a temperatura ambiente, y luego en el frigorífico en un recipiente hermético, hasta que esté consistente y se le pueda dar forma con las manos.
- Vamos sacando porciones de masa de chocolate con una cucharita, y le damos forma de bolita con las manos. Si nos espolvoreamos las manos con cacao, no se pegan. Llevamos al frigorífico hasta el momento de consumir.
- Para darles forma con el sello, metemos tanto la trufa como el sello en el congelador. Cuando ambos estén congelados (en una hora o así), pasamos la trufa por cacao en polvo, y presionamos con el sello para que quede la forma grabada en la trufa. Podemos embadurnar el sello con cacao también. Repetimos hasta terminar con todas las trufas.
- También podemos darles forma a las trufas usando un molde de cubitos de hielo, o de bombones. Una vez hecha la crema como se explica en el punto uno, la distribuimos en los huecos del molde que hayamos elegido, y llevamos al congelador hasta que las trufas estén bien duras. Desmoldamos, y pasamos por cacao en polvo.
- Conservamos las trufas en el frigorífico en un recipiente hermético hasta que vayamos a consumirlas
NOTAS:
- Aromatiza las trufas a tu gusto: añade vainilla, canela, chile, … o agrega un par de cucharadas de tu veneno favorito: whisky, cerveza negra, ron, licor de café…
- Mis sellos los compré en esta tienda en Etsy (tengo varios, que uso para decorar varias recetas del nuevo libro). Esta es la página web. Podéis encontrarlos también en España, que se venden mucho para bodas, o en tiendas de scrapbooking
- Si has preparado esta receta, y quieres enviarme una foto y tus comentarios para que los publique en el blog, por favor hazlo a través de este formulario .
- Ya está a la venta mi nuevo libro «Chocolate» con un montón de recetas inéditas! Desde hoy día 15 de Octubre podéis adquirirlo en todas las librerías, si queréis más información podéis encontrarla aquí
- Puedes seguir las novedades del blog a través de Facebook, o Twitter, o suscribiéndote aquí para recibir las recetas en tu mail
Hola Sandra:
No sabes como te entiendo, padecí durante años ataques de pánico sin motivo aparente, durante años estuve sin poder salir a la calle sola, por miedo a los ataques, solo
recordarlo se me pone el vello de punta. Afortunadamente eso quedó atrás, pero con la duda si algún día puede volver a repetirse.
Mucha gente no entiende que el cerebro es un órgano más que también puede enfermar… pero como tu bien dices cuando hay una efermedad mental de por medio la gente no lo entiende, así que cruzemos los dedos para que no vuelva a repetirse.
Quiero felicitarte por tu nuevo libro, que seguro que es fantástico como todos los demás que has publicado, y que me encantan, y sigue con ese sentido del humor que nos encanta.
Un abrazo preciosa
Gracias por compartir, Sandra!! Imagino lo duro que ha debido ser (pasar por ello y también contarlo). El otro día escuché un fragmento de un programa en la SER que trataba precisamente de eso, de hablar de las enfermedades mentales con normalidad y sin culpas. Y entre todos será más fácil. Un abrazo muy fuerte 😉
Me he dedicado a mirar las fotos (cómo no hacerlo!) y a leerte despacito.
Un abrazo enorme, valiente! Estas trufas no curarán, pero seguro que ayudan a más de uno también 😛
Bravo por todas esas personas que encontraste a tu lado y bravo por ti (y, por supuesto, bravo por las trufas!).
Si hay haters (¿resentidos?) ahí fuera, ¿cómo no los iba a haber aquí también? Pues el mismo caso. Omiso.
Un beso, gran SandeeA!
Hola guapetona! Por mi parte nada va a cambiar. Quiero felicitarte por tu valentía, humor, por tus libros y por tus hijos. No te conozco personalmente pero te imagino una persona super lindatanto por dentro como por fuera!!
Un abrazo inmenso
Glenda
Eres una VALIENTE. Grande pasos como este que has dado ayudan a acercarse a la normalidad este tipo de problemas. Para mí tu hoy eres la campeona de día. Enhorabuena y gracias por haberme hecho reir tantas veces.
Mi hija sufre de ataques de ansiedad y es bipolar. Y si algo he aprendido es que el cerebro también se enferma y que no hay que avergonzarse de nada. Como mama de alguien que sufre te entiendo y te felicito por haber sabido canalizar tu energía en algo positivo. Y esas trufas se ve de rechupete!!!!
Hola Sandra.
Mil gracias por tu post. No sabes cuánto me ha gustado leerlo, no porque me alegre de lo que explicas (para nada!), si no porque llevo casi un año así, como explicas, perdida, vacía… y es dificilísimo vivir con esa constante amenaza y miedo a quedarte sin el control de tu cuerpo y tu voluntad durante esos minutos de agonía que dura un ataque de pánico o esas horas que dura una crisis de ansiedad…
Yo soy de las que siempre presumía de fortaleza y no entendía esto de la ansiedad, hasta que me ha tocado vivirlo, medicarme, ir a la psicóloga… Nadie tiene una mente a prueba de bombas, nadie.
Yo.sigo sin saber cómo salir del túnel, pero me anima muchísimo saber que la salida existe y sé que la encontraré, aumque soy consciente de que la persona que saldrá no será la misma que entró… y de que tendré que dejar equipaje por el camino. Poco a poco.
Totalmente de acuerdo con todo lo que dices. Eres una fuente de inspiración para mucha gente y se agradece esa confianza que has puesto en quienes te leemos, al explicarnos tu experiencia.
Gracias, de corazón’
Un beso enorme!
Pd: el libro Chocolates caerá sí o sí en mis manos… estoy deseando tenerlo!!!
Sigues siendo igual de estupenda que cuando empecé a leerte, sigo cotilleando el FB cada poco a ver si has publicado algo…eres valiente por contarlo. En mi caso he pasado por algo similar y supongo que se aprende a vivir con ello….a veces mejor, a veces peor. Entiendo lo que dices, no se necesita a nadie juzgando, sobre todo cuando hay tanto desconocimiento acerca de las enfermedades mentales…
Eres muy muy GRANDE (no en el sentido literal… 🙂
Un besazo gigante
Yo despues de leerlo he llegado a una conclusion: solo eres una persona normal y corriente! Todos tenemos baches que superar y tu lo hiciste muy bien! No tengas miedo de hablar de ello, debes estar muy orgullosa!!
Bufffff Sandra, lo primero….gracias! Me ha encantado leerte, no sufro esta enfermedad pero lo has contado de tal forma….que he podido fácilmente ponerme en tu piel. Es buenísimo hablar, contar, vaciarse…aunque sea delante de personas a las que no pones cara. Adelante, valiente. Tienes muy claras las cosas y mucha gente alrededor en quien apoyarte. Me encantan las trufas! 😉 un besazo!
Trabajo con personas,porque son personas,con enfermedad mental. Así que,haciendo uso del lema de este año del dia de la salud mental: conecto contigo y me pongo en tu lugar,siempre,siempre, contra el estigma.
Te admiro,no se si lo sabes y te aprecio un montón.
No tengo palabras para expresarme.
Y que estoy deseando ver ese libro que sospecho me va a hacer rodar muuuuchos kilómetros en bici. Un beso,guapa
Te he conocido hace poco (eso no tiene perdón de dios, jajaja) pues yo abrí mi blog de repostería hace casi un año.
Solo te diré que sufro de ansiedad desde que empecé la universidad, pero con síntomas distintos a los tuyos.
Lo he controlado durante bastante tiempo, con rachas mejores y peores.
Hace un par de semanas recaí. Y ahora se porque. Tuve que dejar de hornear un tiempo por culpa de una mudanza, me faltaba mi perra boxer.
Mi madre lo vio claro y me dijo: tus dulces te dan la vida. Y es cierto, lo que me llena me da la vida, la ansiedad se queda en un rinconcito y vuelvo a comerme el mundo.
No hay que avergonzarse, como bien dices esto le puede pasar a quien menos lo espera.
Enhorabuena por tu libro, me encanta el chocolate y esas trufas son divinas!
Hoy parece ser el día de las revelaciones, en mi blog también he publicado un post porque hoy también es el día internacional de la muerte gestacional, perinatal y neonatal. Mi marido desde hace unos meses está igual que tu, se nos murióde muerte subita nuestro hijo de 2 meses y lo está llevando fatal. Yo voy aguantando, y no me medico porque quiero volver a quedarme embarazada, pero se pasa fatal.
Muchas veces se agradece ver que no se está solo! gracias por tu post y por tus trufas que deben estar de rechupete. Tu libreo está entre los pendientes, a ver si para mi santo cae.
besitos!
Sandra, me parece muy valiente el post que has escrito. Tienes razón en que un blog es en gran parte un espacio personal, y como tal tienes derecho a escribir en el lo que quieras. Estoy segura de que ayudará a mucha gente. Entre otras cosas, a ver que no están solos, que es algo que le puede pasar a cualquiera y que con un poco de ayuda, se puede superar…
Un beso muy fuerte!
P.D. Qué ricas esas trufas… 😉
En primer lugar, GRACIAS por publicar este post, y no ese otro que tenías en la recámara «por si acaso».
Me alegra muchísimo que estés mejor de la enfermedad que tuviste que pasar, yo también padecí ansiedad (parece que es el mal de la sociedad loca en la que vivimos), y te entiendo perfectamente. Dices en el post «ahora sé que la “Nada” está ahí acechando, y te puede atacar cuando menos te lo esperas», y recuerdo que eso fue lo que más me asustó cuando yo estuve enferma: sentir que somos vulnerables, que nada de lo que das como sólido y estable en la vida lo es tanto y que las cosas pueden cambiar de la noche a la mañana, lo vulnerable que te hace la enfermedad. Me alegra que te hayas decidido a escribir este post, que supongo que lo haces porque te apetece y a nadie más tienes que darle explicaciones, pero yo que te sigo desde que «encarcelabas» manzanas, ensaladas y todo lo que se te pusiera por delante, me alegro de conocerte un poco más.
Me llama muchísimo la atención que seas una persona tímida, ¡yo pensaba que eras la reina del mambo! Jaja…
Y por último, esas trufas son un pecado… Y las fotos ya ni te cuento.
Un beso.
Un beso enorme y muchas gracias por abrir parte de tu alma. Demostrar las debilidades nos hace más fuertes. Seguro que este post ayuda a un montón de gente. Gracias por tu valor.
Muy valiente amiga!!
Antes me gustabas como cocinera-blogera por tu forma de expresarte. Hoy, después de leer este post, te admiro como persona, por dar DIGNIDAD a los enfermos mentales. Enfermedades que todos tenemos en algún momento de nuestras vidas, pero que la sociedad se empeña en estigmatizar.
Gracias por abrirnos tu corazoncito, que seguro es de chocolate XD.
Enhorabuena, y no sólo por tu libro, sino por tu actitud. No da pena lo que cuentas, sólo puede provocar admiración. Enfrentar las cosas y vivir (y sobrevivir) a pesar de ellas es todo un logro. No es valiente quien no conoce el miedo, quien no ha caído alguna vez. Así que gracias por todo, incluida la receta. Ya me la imagino…con baileys….
Rubia, yo hace tiempo que he llegado a la conclusión de que «en todas partes cuecen habas…..» (sí que le vamos a hacer, necesito años para llegar a la sabiduría personal.
Creo que casi todos, en mayor o menor medida pasamos, en algún momento de nuestras vidas por períodos muy difíciles en lo que respecta a la cabeza.
Yo sufrí períodos de ansiedad que, como te imaginarás, curaba comiendo…. me daba asco a mi misma…. Terminaba de comer al mediodía, ración bien con su postre y todo (vale yogur o fruta… pero abundante), y media hora más tarde estaba asaltando lo que tuviese a mano…… el único requisito era que lo que me comiese no tuviese menos de 100 Kcal…..
Mi primer instinto fue el lógico «no lo compres, no lo tengas a mano…..»
Dio igual…. Cogía el coche, como el adolescente que va a comprar tabaco, solo para atiborrarme hasta que me doliera la barriga.
No recuerdo como paré…. no sabría decirlo… pero sé que sigue ahí, para cuando esté débil.
Esos son mis demonios rubia, tú tienes los tuyos, pero todos los tenemos y el que diga que no o se engaña mucho a sí mismo o no es humano….
En fin… que yo en realidad venía a felicitarte por tu libro, por tu estilo de escribir y por tu humor, que me encanta, y por supuesto para preguntarte; ¿para cuando un vino y unas trufas?
ole tu sandra, un besazo
Querida Sandra, ole tus trufas!!!!
Me quedo con tus trufas y con tus palabras, me quedo con tus fotos y con tu humor y me quedo con tu valentía y tu facilidad para expresar claramente lo que otros no pueden o no saben.
Ayer mismo estuve en Granada, en el neurólogo con mi hermana y nos miraba un poco asombrado, cuando le hacíamos preguntas sobre cosas que queremos entender. No está acostumbrado a que la gente hable abiertamente de ciertas cosas. Yo siempre he creído que a la vida, hay que mirarla de frente y tirar siempre hacia adelante.
Sandra, que cada día te quiero más…!!!, como en la copla. Porque eres muy generosa y atrevida, porque además eres guapísima y simpática y por que también eres la mejor repostera del mundo mundial!!!!
Ya sabes que hoy me ha llegado tu libro (gracias de nuevo) y además me han llegado los moldes de EEUU, que tu, tan amablemente nos indicaste donde comprar. Ya no tengo excusa, te voy a tener que dedicar unas chocolatinas IMPRESIONANTES, como tu te mereces!!!
Cuídate mucho.
Un abrazo, Begoña
Genial el post y la receta. Me he sentido completamente identificada con cada una de tus palabras. Aprender a conocer y a identificar los síntomas de esta enfermedad es lo que me ayudó a luchar contra ella. Gracias!
Hola Sandra:
A mí me pareces de todo, menos cobarde.
Mucho ánimo, estoy contigo en que la mente es un ´rgano más, cuando está malo hay que curarlo igual que cualquier otro y por ello no eres mejor ni peor que el resto. Mi marido tuvo hace unos años unas crisis de ansiedad y desde luego lo mejor que pudo hacer es recurrir a la ayuda de la familia, amigos y por supuesto, gente especialista que para eso está, para curarnos.
Un beso fuerte que tienes un ánimo estupendo
Cristina
Me quito el sombrero ante ti, se puede decir mas alto pero no mas claro. Ole tu!!!!!
Se puede decir más alto pero no más claro. GRACIAS SANDRA.
Sabes que te sigo desde hace tiempo, pero hoy me has abierto los ojos ya que soy de las que sabe perfectamente de lo que hablas, por desgracia.
Ya está bien de que tengamos que escondernos, avergonzarnos y ocultar lo que nos pasa. No somos culpables de lo que le pasa a nuestra mente. La ansiedad es algo horrible, en mi caso me hace engordar o sea que peor aún. Pero gracias a personas como tú que podéis darnos voz, a ver si la sociedad se da cuenta de que es una enfermedad que le puede pasar a cualquiera.
Ole por tus narices para contar algo tan intimo. A mí personalmente me va a ayudar y mucho.
Un besazo guapa
La mente es muy poderosa. A veces para bien y otras para mal. Y el que sea todavía «una gran desconocida» muchas veces tiende a asustarnos más aún. Hace un año pase por una depresión pos parto tremenda, pasó desapercibida para todo mi alrededor, ni siquiera mi marido pudo darse cuanta hasta que mis acciones, cada vez más raras y sinsentido le alertaron de que pasaba algo. Y esa sensación de miedo constante a si vuelve a pasar está ahí contigo, momentos de apatía, de nubes! Aparecen de cuando en cuando. Aún así, debes saber que gracias a tus post, a tus momentos chocolateados, animas y nos sacas las «ganas» de hacer algo diferente de vez en cuando. Gracias! Muchas gracias!
Me ha encantado tu post, y me ha reconfortado y ayudado, no sabes cuánto. Me he identificado perfectamente, sobre todo en ese residuo que queda… «El miedo al miedo», hay días en quecreo que lo he sperado pero luego, en un instante, sin saber por qué, vuelve a surgir…
Muchas gracias por compartirlo con nosotros Sandra!!
Cuando leo tus post me gustan tanto las recetas como tu sentido del humor! Y seguiré leyendote con ganas, sean cosas graciosas o cosas serias que nos brinda la vida.
Felicidades de nuevo por tú libro, que me llegado hoy y es fantástico!
Un abrazo
Otra vez yo: leyendo los comentarios…parece q lo normal es tener alguna enfermedad mental, estamos todas igual!
Es que cada día me gustas más!!!!!!
Gracias, gracias y más gracias.
Por la generosidad de las recetas, por escribir alegremente, por escribir aunque no todo sea alegre y sobre todo gracias por hablar en voz alta.
Gracias
Hola!!!,no sabes lo bien que me ha sentado leer esto,pensaba que era una rara por tener pánico en el metro y no poder ir sola en el,o un lava coches,o mil cosas mas.Mil gracias por compartir algo que parece que no existe pero que te hace sentir vacío y NADA.Besazos guapísima!!!
Gracias por este post! Yo también soy de las que aguantan, aguantan y aguantan… a raíz de eso tuve ataques de ansiedad y por otros asuntos, he ido al psicólogo y ya estoy bien, no ha sido tan grave como lo tuyo, pero entiendo mucho mejor a los que sufren alguna enfermedad mental y valoro mucho la superación de toda esa gente.
Y las trufas, impaciente por hacerlas!
Has sido muy valiente, Sandra. Me gusta lo que haces, me gusta cómo lo cuentas y hoy me gustas incluso un poco más.
Mucha fuerza y mucho éxito con ese nuevo libro.
Un abrazo,
Marta (Sweet & Home / la Vida es Dulce)
Hola Sandra! Te sigo desde hace mucho pero hasta hoy no habia comentado nada. Yo sufri crisis de ansiedad desde los 13 hasta hace 3 o 4 años, tengo 47 ahora. La unica secuela que me ha quedado es el miedo a que vuelvan. Todos los dias siento que pueden aparecer en cualquier momento. Gracias por compartir tu experiencia, a mucha gente le ayudará a ver que no son «raros», es increible la cantidad de gente que sufre este problema y que por verguenza se lo calla. Besos
Qué decir Sandra!!! Que si ya ta apreciaba un montón antes, después de leer este post, lo multiplico por cien o por mil.
Eres muy valiente y no sabes hasta qué punto te entiendo y comparto algunas de tus sensaciones. No hay vidas perfectas (y las que hay, son pura ficción) porque no hay personas perfectas y aún así en cada uno de nosotros hay algo que nos parece lo mejor dentro de nuestra propia imperfección. Y hablando de perfección escribiré lo que creo que sale más sincero desde mi corazón: has escrito el post perfecto. Eres tú, sin más.
Un besazo!
Ivana
Gracias, muchas gracias. Tu post me hizo muy bien.
Hola guapa, así está ahora mi madre y hoy ha conseguido llorar, al menos espero que sea para liberar un poco de esa ansiedad que no la deja vivir y ya casi ni comer. Muchos ánimos preciosa que tu vales mucho.
Maravillosas,y diferentes.
Hola Campeona.
Lo importante es aprender de lo vivido, las vivencias son eso.. unas buenas y otras malas. No nos estigmatizan. Creo que a todos nos ayudan a crecer en la vida. Se sale renovado de los problemas y de las crisis. A veces incluso hasta mucho mejor física y anímicamente. Te quiero mucho Sandía.
eres muy valiente!!!ahora soy más fan!!!
Pues si, he mirado las fotos, porque siempre son preciosas.
Pero también he leido el post..
No sé por qué felicitarte antes, si por la receta, por las fotos o por tu confesión.
Enhorabuena por tu valentía y por tu recuperación.
Como siempre fotos y receta espectaculares.
Yo como lectora tuya desde hace igual 5 años, te acuerdas tú jjjjjj me puede gustar más un relato que otro pero… nunca te juzgo.
Ademas estuve una vez en una presentación de un libro tuyo y compre uno, vale!!! lo reconozco fue para regalar porque yo no tomo refinados y en tu presentación no pude probar los dulces que llevaste.
Piensa que la vida son etapas y que aquella tuya ya paso ;-))))
Gracias!!!! por tus relatos y publica más a menudo que te extraño.
Un saludito
Hola Sandra,
Ni se te ocurra tener un ápice de vergüenza por haber contado todo esto, y mucho menos por haberlo pasado. No tienes porque pensar que tus allegados puedan sentirse mal porque lo hayas escrito, todo lo contrario, seguro que están muy orgullosos de que lo hayas hecho.
Tienes que sentirte bien contigo misma por la valentía que tienes por hablar del tema, no eres menos persona por admitir que tuviste un gran bache y que día a día luchas por superarlo.
Así que si te sirve de algo, enhorabuena, y ole tus…
PD: Sigue recetándonos felicidad, lo haces genial
Eres muy valiente contándolo. Me gusta mucho tu blog y después de esto, un poco más. ¡Un beso!
🙂 <3 Abrazo gordo. 🙂
Pertenezco a tu club, desde hace años. También me mediqué y lo medio controlo,…. pero a mi me dan ataques de pánico en la peluquería, (entre otros muchos sitios…incluso en mi casa, sin venir al cuento) y no es coña, es verdad. Encima llevo mechas, y …raíces horribles porque retraso el momento . …Una vez tuve una crisis de ansiedad en la pelu y la chica se asustó más que yo…que ya es decir. El sentimiento de irrealidad es tremendo. A veces no puedo tragar, y en coche lo paso fatal, sólo es a veces, después de muchos años no sé claramente identificar el origen, por lo tanto tampoco evitarlo… Pero se va llevando. En el super se me caen las bolsas de las manos, se me nubla la visión, no puedo parar de moverme. Y tal como dices, siempre queda el miedo al miedo, pero hay que vivir con ello, y me «alegra» leerte, siempre!!! pero cuando te sientes identificada más aún. Yo tambien tenía un blog de cocina, igual te acuerdas de él, por mi correo, y te sigo desde hace años, eres estupenda. Y me haces reir. La ansiedad forma parte de mi forma de ser, mi marido me ayudó muchiiisimo, y los amigos. Yo no dejo coments en los blogs hace tiempo, pero no me pierdo tu blog, incluso alguna vez te leo en twitter aunque no tengo cuenta, porque tienes un sentido del humor que me encanta. Yo también soy «cabeza de ajo», jiji. Un abrazo
Valiente!
Pues yo me alegro muchísimo que hayas escrito este post Sandra. No suelo comentar mucho aunque te sigo desde hace tiempo y me rio y disfruto con cada una de las entradas, pero creo que haces mucho bien hablando de este problema. Es bueno que se haga consciencia y que se normalice este problema, a ver si de una vez por todas deja de ser un tema tabu. Yo tengo algún familiar que ha pasado por una enfermedad mental y no resulta nada fácil ver como la sociedad trata este problema. Así que te agradezco que hayas sido valiente y hayas compartido tu experiencia. seguro que a mucha gente le ayuda.
Un abrazo
Hola Sandra. Has sido y eres muy valiente. Te lĺevo admirando mucho tiempo desde antes que naciera tu hijo mayor, desde que encarcelabas alimentos variados en mundo recetas. Entonces era yo la que estaba mal h estaba deseando leer tu siguiente post para que me sacaras una sonrisa con tus historias, recuerdo una de perri mason todavia.
A mi tambien me da miedo conducir por autovia y este año me he hecho 1500 kilometros para superarlo. Que estamos contigo, que me gusta leerte las historias de risa y que si, que yo tambien odio cuando alguien me ha dicho: se fuerte, animo etc…Que si quieres algo mio o de la tienda escribeme o llamame estaria encantada. Y espero verte para que me firmes el nuevo libro. Chocolate uhmmmm mi preferido. Besos
Sandra, acabo de leer tu post. Simpre acudo a tu blog buscando unas risas y siempre las consigo, te lo aseguro. Pero hoy tengo los ojos empañados, y mira que yo no soy de lágrima fácil 😉
Me has emocionado y, como siempre, encantado. Me alegro muchísimo de que te hayas atrevido a compartir con nosotros tus sentimientos. GRACIAS!
Ole tu
El año pasado, un día me levanté y me eché a llorar. No podía parar. Llevaba meses durmiendo mal, teniendo terrores nocturnos o simplemente desvelándome por la lista interminable de cosas que no había hecho y que tenía que hacer, muerta de pánico por si se me olvidaba algo. Me pasé cuatro días llorando antes de ir al médico. Y mi doctora me dio una palmadita, me recetó Trankimazin y me dijo que parase de hablar, que dejase de hacer tantas cosas y que me buscase un buen terapeuta.
Al principio no lo entendí. No comprendía qué podía ir mal, ¡pero si lo tenía todo! Un buen trabajo, familia, amigos, un montón de aficiones chulas… Pero pasó. Y como tú dices me ayudó a conocerme tanto, a entender tantas cosas, a aprovechar ese momento para dar un empujón a tantos proyectos, tantos deseos y tantas ilusiones que solo puedo estar agradecida.
La terapia me hizo cerrar cosas que tenía enquistadas y que no superaba y me ayudó a entender mis miedos y a enfrentarme a ellos. Pero además me ayudó a darme cuenta de que a todos nos puede pasar y a todos nos pasa de un modo u otro. Y no hay que estigmatizarlo, hay que entenderlo.
Me alegra mucho que lo hayas contado. Un besote.
Hola Sandra,
te sigo a ti y a tus recetas que me encantan y nunca dejo comentarios. Pero hoy considero que es un día especial por la concesión que nos has hecho al contar esa parte de tu vida que seguro mucha gente que te rodea desconoce.
Yo empecé a tener ansiedad hace 10 años. Cuando aquello no tenía ni idea de lo que era ni había oido hablar de ello. Sabía lo que era estar nervioso pero ansiedad? que es eso? Así que tuve que hacerme una resonancia de la cabeza para ver por mi mismo que allí no habia otra cosa. Porque los sintomas que a mi me daba se me antojaban que era algo muy grave que sin duda me haría morir. Evidentemente este pensamiento mío no era sino un reflejo más de la ansiedad que me consumía. Me medique bastante tiempo e hice terapia psicológica. A día de hoy estoy mejor pero miedo siempre tengo y a la mínima las alarmas se disparan.
Comparto esto contigo porque sé que me entenderás, ya que la gente que me rodea, al no padecerlo no pueden llegar nunca a entender realmente lo mal que se llega a pasar, por mucho que te quieran.
Así que te mando mi apoyo por atreverte a hacerlo público y un abrazo enorme.
Reconozco en tus palabras la descripción de sensaciones que personas muy cercanas a mi me habian ido contando.Yo no las he sentido.. asi que por mucho que lo intento quizá nunca llegue a comprender.Pero puedo apoyar y acompañar y estar ahi para decir en el momento «justo» dónde se hace la oscuridad : estoy contigo y no te dejaré, agarrate a mi , no te soltaré..confia ,confia
La primera vez que le pasó a mi hijo pensé lo peor , tan pequeño y estaba tan asustado y parecía tan frágil..me preguntaba que le pasaba y yo no tenía la respuesta..
Ni siquiera sabía que un niño podía tener ansiedad y …todavía no tengo respuestas a los porques pero sé que no estais sólos
Gracias por compartir algo más que recetas
Hola, Sandra:
Además de dulce, eres una mujer muy valiente, gracias por abrir tu corazón y dejarnos echar un vistazo muy dentro de ti. En la vida nos enfrentamos tarde o temprano con situaciones difíciles como esta y el escucharte hablar tan abiertamente del tema, seguro que se convierte en un apoyo para quienes tienen algún problema de este tipo y a los que no sabíamos nada al respecto, nos enseña a entenderlo y a ser más comprensivos con quienes lo enfrentan, porque a cualquiera de nosotros nos puede llegar a pasar.
Un abrazo y muchos éxitos con tu nuevo libro.
Ángela
Hola Sandra,
me gusta tu blog y me gustas tú, aunque solo te lea y no te conozca, bueno, te conozco a través de esta ventanita :-). Me gusta cuando me haces reír y me gustas igual o más cuando escribes un post para crear conciencia, como hoy. Las enfermedades mentales están alrededor nuestro, lo sé bien, las hay en mi familia… Yo tuve un par de ataques de ansiedad con mi segundo hijo recién nacido, ese momento de «tanta felicidad», con tu niño estupendo y yo con taquicardias, pánico y culpabilidad (por no poder atender a mi otra niña como yo creía que debía hacerlo)… como para que te entiendan…
Un abrazo muy fuerte.
Hola Sandra!
me alegro que ahora te sientas mejor, porque la fuerza y valentía que demuestras al hablar abiertamente sobre este problema deja bien claro que así es.
Todos tenemos momentos, por un motivo u otro, subidas y bajadas, y a veces, una de esas bajadas nos provoca precisamente algo más grave, algo que si no se trata a tiempo irá a peor seguro. Yo también recuerdo un momento de mi vida en que pasé por algo similar, así que te entiendo perfectamente. Cuando lo superas te das cuenta de que todo sucede por un motivo, y que además, has aprendido muchísimo de ello. Por tanto, un gran abrazo, te aprecio muchísimo y espero que sigas igual, mostrándonos siempre esos retazos de felicidad, que es lo que más te llena. besos.
SandeeA, aunque afortunadamente nunca me he visto en una situación semejante agradezco infinitamente que hayas dado el paso de contar tu experiencia, porque me ayuda a reflexionar, a ponerme en la piel de otras personas que puedan estar pasando por ello y porque, al fin y al cabo, como tú bien dices, ninguno estamos exentos de que la vida pueda meternos «esa patada en el trasero».
Me alegra saber que ahora estás bien, que detrás del blog que tantas veces he leído hay una historia personal de superación y me encanta que a pesar de todo sigas derrochando y compartiendo ese buen sentido del humor, que, efectivamente, tu seguidores vamos buscando además de las recetas ricas y originalísimas con unas fotos que hacen la boca un mar. Una vez más, muchas gracias.
Las enfermedades siempre nos enseñan, y en los mejores casos, nos ayudan a encontrar el camino que nos hará ser mas felices, estar mas cerca de aquello para lo que hemos nacido.
Yo también sufro ansiedad hace años, afortunadamente he aprendido a medio controlarla y que no llegue a mas, pero no sabes como te entiendo.
¿Tienes una idea de la cantidad de gente a la que habrás llegado para darle esa lucecita que necesitaba?.. tus fotos, tus palabras, tus recetas.. has llegado a mucha gente y eso significa que has alcanzado muchos corazones.
Gracias , muchas gracias ! Un abrazo
desde hoy y luego de leerte y escuchar tu corazón para mi te has revelado como una persona mucho más grande de lo que ya eras!!!!!! gracias por compartir tu historia de vida que puede ayudarnos tanto y deseo toda la paz, la luz y la belleza para ti.
BRAVO, BRAVO Y BRAVO
Miles y millones de gracias de parte de todas las personas que hemos sufrido algo así. Gracias por darnos voz. He sido una de esas niñas y ojalá hubiese leído esto cuando lloraba avergonzada. Ojalá hubiese tenido una profesora como tú que supiese guiarme, o tan sólo que me respetara porque nisiquiera llegué a pedir comprensión. Cuatro años más tarde y después de duros tratamientos y muchísima fuerza de voluntad, he decidido dedicar mi vida a la psicología y a hacer que ninguna de estas personas tenga las carencias que yo tuve cuando enfermé. Gracias de nuevo. Lo que has hecho es enorme.
Hola Sandra,soy una de las afortunadas que le toco el libro, y ja lo tengo en casa , me ha encantado, cuando ves las fotos piensas que difícil pero con la explicación que das se entiende perfectamente. Muchas gracias. En la vida en un momento u otro se pasa mal,en enfermedades ,en pérdidas familiares, en problemas economicos… Y buscando alguna il·lusión como la cocina todo se lleva mejor.Un beso.
Sandra, muchas gracias por compartir este post, seguro que ha sido difícil. un beso muy fuerte y a seguir con tu receta de la felicidad, ( ahora le veo otro sentido al nombre del blog) que nos hace tan felices a muchos de.nosotros
Has sido muy valiente y generosa compartiendo esto con nosotr@s. Sigue compartiendo la receta de la felicidad y cuenta con el apoyo incondicional de tus lectores para lo bueno y para lo no tan bueno 😉
Muchas gracias y saludos a Valladolid
Me ha gustado mucho lo que has escrito, yo también tengo ataques de ansiedad y solo los que lo pasamos sabemos lo que es, me encanta que nos hayas hecho partícipes de parte de tus vivencias. Voy a comprar tu libro (me gusta mucho la cocina) y así te recordaré como una campeona.
Esta mañana cuando te he leído en facebook y he visto esta delicia te he puesto como casi siempre como lloro, ya sabes lo que me gusta el dulce y por desgracia tengo la peor de las enfermedades para el dulce, la diabetes.
hace años que te conozco virtualmente y espero algún día poderte conocer en persona.
no se si cuando coincidíamos en nuestro foro alguna vez me leíste que tengo un hijo con enfermedad mental?
Que bien lo has descrito, sobre todo esta frase “Porque se sufre muchísimo y mucha gente parece esperar que te cures tú solo. Cuando alguien tiene una pierna rota, o una enfermedad del corazón, a nadie se le ocurre decirle: “¡Pero ponte bien, supéralo!” o “¡Sé fuerte y cúrate!” ¿Por qué son frases que oyes cuando tienes una enfermedad mental? ¿Por qué mucha gente piensa que solo necesitas fuerza de espíritu para curar la mente? Si necesitas un trasplante de hígado, ¿se cura solo deseándolo? No, ¿verdad? Pues lo mismo debería ocurrir cuando es otro órgano, la mente, el que está enfermo.”
me ha hecho escapar una lagrimas, no, no por pena hacia ti, es que eso es lo que les digo yo a mi familia para que entienda a mi hijo, pero por desgracia yo no lo he conseguido.
siempre te he tenido un cariño especial, desde que se me habría la boca cada vez que ponías algo en mundo recetas, pero hoy aun te has hecho mas grande para mi como persona,
seguiré llorando cada vez que te veo una receta y seguiré copiandote cada vez que tenga una celebración especial, y seguiré queriéndote igual.
besos.
GRACIAS!!!
Gracias, Sandra. Yo también he conocido la Nada.
Un abrazo gigante para ti.
Solo puedo decirte GRACIAS. Ahora mismo, dado mi estado no puedo decirte todo lo que quiero, así que te digo lo más importante, y lo repito… GRACIAS.
Oye, tú, ¡pero qué fuerte! Hace unos días llegué a tu blog y me quedé enganchada. Me hicieron gracia los post que leí y me dije «yo aquí me quedo que hay mandanga y de paso me río» y acaba de llamarme el Hackman para comentarme lo del post de hoy. Que sepas que no te lo perdonamos. Que sea la última vez que usas tu blog para lo que te da la gana, para normalizar una situacion estigmatizada y para desahogarte. Ya he abrazado yo al maromo para consolarle porque estaba hecho polvo el pobre, con lo poco que me gusta a mi arrimae a tanto músculo… En fin, que solo por hoy te lo voy a perdonar y que voy a darte otra oportunidad, porque sé que perderme como fan después de dos días de seguirte sin que lo supieras y sin que sepas ni quién soy, te va a doler demasiado. Y me voy a la cama con una sonrisa, digo con el ceño fruncido, para aplaudirte, digo maldecirte, por ser tan valiente, digo tan superficial, y que ya me tienes en el bote, digo que no te leo más nunca, jejeje, digo arrrg.
Y ahora en serio: ole, ole y ole.
Personas muy cercanas a mí también han padecido enfermedades mentales, y sí es verdad que la gente cree que te puedes curar por ti mismo. Parece que lo haces a propósito. Mucha gente no entiende este tipo de enfermedad y diciendo «estás loco», se van alejando de ti.Pero gracias a Dios (no creo en dios, es un decir), hay mucha gente que lo comprende y trata de ayudar al que sufre una enfermedad mental.
Has tenido mucho valor para contar esto, y seguro que tu familia y tus amigos y personas cercanas estarán muy orgullosos de ti, por haberlo y superado y por contarlo. Porque tienes razón en que la sociedad tiene que verlo como algo normal, no como algo que haya que ocultar.
Siempre me han encantado todas tus recetas, tengo tu libro»la receta de la felicidad» y dentro de un mes para mi cumple he pedido tu nuevo libro! Así que ya tengo ganas de tenerlo y poder preparar una receta muy chocolateada! Nunca te he comentado nada, pero aprovecho para decirte que tus fotos son impresionantes! Todas ellas!!! Un abrazo!
Un abrazo muy fuerte desde el otro lado del charco, admiro tu valentia, te felicito por tus libros y todos tus logros, un beso guapa y adelante que el abismo te mira a ti, pero con la certeza de que no vas a caer
Siempre me gusta recibir un post de La Receta de la Felicidad… y hoy, que el tema ha sido un poco diferente, me ha gustado igual. Bravo por tu valentía, Hugh Jackman se siente (sin duda) muy orgulloso :P.
Y tranquila, que después de esta confesión, seguiré mirándote (mirando las fotos que publicas) con la misma cara babeante de hambruna crónica de siempre.
Te mando un súper abrazo.
Todos tus posts son de Sobresaliente, pero este es de MATRÍCULA DE HONOR. Olé por tu valentía. Además, como habrás visto en los comentarios, has hecho mucho bien a mucha gente.
Normalmente veo las fotos, pero hoy no se por qué, te he leido y me ha encantado…tienes razón cuando dices que pensamos que a nosotros no nos puede pasar, que somos fuertes…hace tiempo el estrés del trabajo me sobrepasó y todas esas sensaciones y pensamientos que cuentas también fueron mios, no sé exactamente que me pasó, no puedo describir esos ataques de ansiedad como los tuyos, creo más bien que fue una depresión, nunca fui al médico ni pedí ayuda, pero si se que aunque salí, me pasó factura y ya no soy igual ni me veo tan fuerte…quizás ahora soy más consciente de que no soy más que eso, una persona normal y corriente y que también puedo y hasta tengo derecho a caer, pero también sé que, aún con mis miedos, soy capaz de levantarme y seguir
Gracias 🙂
Hola valiente!!! Eres de las mías y de los muchos que pasamos por lo mismo por diferentes motivos. No pasa nada, es algo que viene y va, cómo una gripe, sólo que esta y con ayuda y paciencia se puede controlar y superar,aunque siempre está ahí.
Yo tengo pavor al metro entre otras cosas,pues bien por un accidente llevo 3 meses de baja y ese miedo que después de 7 años creía tener más o menos controlado sigue ahí, pensar que en unos días me dan el alta y he de estar bajo tierra 2 horas al día….. Pero que le voy a hacer? Si no voy, no como, así que no me queda de otra que pasar el trago y cómo eso algunas cosas más. Gracias a Dios somo fuertes y podemos superarlo
Muy buena receta, como todas las que haces
Un beso
Como te entiendo. Una vez, en un ataque de ansiedad, me hice un esguince en una costilla. Con eso te lo digo todo.
No hay que avergonzarse de ello. Los que se tienen que vergonzar son los que no son capaces de entender que estas cosas pasan y que hay que intentar ayudar a quien tiene el problema.
Un abrazo
Gracias por tu post y enhorabuena por haber encontrado tu salida. Un abrazo
Miro el buzón de entrada de mi email y veo La Receta de la Felicidad. Bien! Voy a disfrutar un rato de la receta y los comentarios!- pienso (todavía no he decidido qué me gusta más
Y entonces te leo a ti Sandra, un trocito de ti que no conocíamos y recuerdo el espantoso túnel negro de la angustia, y la siento ahí agazapada pero también me siento acompañada y viva y feliz. Me alegro de que hayas publicado este post y no el otro, gracias!
PD Me dice Hugh que sí que te lee pero en inglés
Mi primer ataque de pánico fue aprendiendo a conducir en plena autovia. Menos mal que el Profe de la autoescuela también tenía pedales… Y el segundo y último fue después de mi segunda cesárea, cuando por culpa de los pirógenos, temblaba tanto que no podía coger a mi hija recién nacida.
Mi madre los sufre frecuentemente y es horrible verla, pero porque se lo que sufre. A pesar de lo horrible, ahí estamos para apoyarla en lo que haga falta. Eres una valiente Sandra. Y ya ves que, en cuanto rascas un poco, te encuentras con mucha gente que ha pasado por algo parecido. Un abrazo enorme!!,
Plas, plas, plas ( aplausos) Eres una tia 10! Gracias por compartir una parte de ti con nosotr@s.
Un beso enorme, Valiente
Querida amiga (ya que te sinceraste tanto así te consideraría si me hubieras contado lo que escribiste en esta entrada personalmente, café mediante). No eres la única con el tipo de problemas que comentaste. Yo sufrí dos episodios de depresión y los problemas psíquicos son realmente terribles. Me siento identificada cuando dices que a nadie que necesita un trasplante se le dice «con voluntad lo superarás». Un cariño enorme desde Galicia.
Tus recetas son estupendas, muchas gracias.
Sandra, hasta ahora me encantabas pero a partir de este momento es que te subo a un pedestal!!! Eres la mejor, ni sé cómo podríamos darte las gracias por tanto!! Ole, ole y ole por ti, sé feliz porque te mereces TODO!!!
Te mando besos, abrazos y hasta toneladas de chocolate virtuales!!
Has hecho rebién en compartir tu historia, yo estuve fatal con una depresión durante un montón de años pero ahora estoy mejor que nunca desde hace muuucho, y sufrí la persecuta y estigmatización que sufrimos los enfermos mentales (me sigo incluyendo porque me lo he ganado). Tenemos que ponernos al tajo para terminar con esto. Gracias por tu ejemplo y… por esas supertrufas!
Hola Sandra, aunque puedo contar con los dedos de una mano las veces que te he escrito (por timidez, que no por falta de ganas) te leo siempre, por tus recetas y por tus historias, y hoy no iba a ser menos.
No sabes hasta que punto puedo entenderte, he pasado por lo mismo, ataques de ansiedad, el corazon a mil, falta de aire y el miedo al miedo. Como tu, tampoco he contado a mucha gente por lo que pase, solo mi familia, amigas y mi novio, que no se donde estaria sin su apoyo, lo saben y han compartido mis malos ratos.
Somos muchos los que te entendemos porque hemos pasado por lo mismo y sobre todo que lo hemos superado.
por mi parte, esta confesion que nos has hecho no va a cambiar mi interes hacia tu blog, todo lo contrario. Sigue asi 🙂
He de reconocer que muchas veces soy de las que solo ve las fotos y la receta. Y también he de reconocer que soy de las que ven las enfermedades mentales con total ignorancia. Me he sentido tan identificada con eso, de ¡¡bueno, pues anímate!!, lo he dicho más de una vez, por desgracia…
Gracias por hacerme reflexionar sobre el tema.
Al fin y al cabo, todos llevamos nuestra mochilita encima y no siempre somos comprensivos con la mochilita del de enfrente, menos si no es algo físico, palpable.
¡Valiente Sandra!
Hola Sandra.
Esta vez me veo en la obligación de contestar tu post. Habla de lo que quieras y si es de tu dolor de espalda… pues de ti dolor de espalda.
Como puedes ver, somos muchas las personas que te seguimos y que nos encanta tanto la belleza de tos recetas cono tu belleza personal.
Yo he recomendado muchas veces tu blog y siempre advierto que van a sorprenderse con tu persona, con tu humor y con tus recetas.
Muchas gracias por todo eso
Hola Sandra. Como ya puedes ver, no estás sola. Yo después de una infancia desgraciada sufro también de ansiedad y fobia. Le tengo sobre todo fobia a los médicos y hospitales…malo para mi salud, qué duda cabe. El ataque de ansiedad es sumamente incapacitante en el momento en que se sufre y siempre está ahí, agazapado.
Bueno y haters…hay en todos lados, de todas todas.
Gracias por compartir
Valiente!!!! Un fuerte abrazo!!!
Buenas sandra….
Tenía preparado mi comentario todo alegre pq acabo de recibir tu libro que por cierto me ha encantado….y del cual haré este fin de alguna que otra receta….
Pero al leer tu post….pues lo he cambiado y decirte que a yo tb he pasado por ahí. ..y se lo que es ataques de ansiedad y tomar pastillas para prevenirlos. ..pero que un día pasan a segundo plano de tu vida….y aprendes a vivir con ese miedo….
Así q ánimo
Besitos y me recalco me ha encantado el libro…enhorabuena
Te leo habitualmente pero creo que no he comentado casi nunca.
Eres muy valiente, es muy importante que personas con proyección se atrevan a contar sus experiencias para que otros vean que no es algo de lo que avergonzarse y que hay que ponerse en manos de especialistas que te ayuden.
Un abrazo.
Venia para comentar que me llego el libro ayer(soy una de las ganadoras del sorteo) y me ha encantado. Los detalles en cada receta y la originalidad son tipicos en tus libros,siempre aportas cosas nuevas para destacar en una ocasion especial.. bueno,pues venia para compartir mi opinion y recomendar el libro,pero al leer tu post me he quedado impactada. Me parece muy valiente escribir sobre estos problemas(tambien lei el libro de alma obregon y pense exactamente lo mismo)y reconocer qu se ha tenido problemas mentales. Lo peor es que incluso la gente que te quiere no saben muy bien como ayudarte y normalmente te sientes muy sola. Creo q hay mucha ignorancia acerca de las enfermedades mentales,y por eso hay rechazo hacia ellas. Impresionante como afrontais la vida con esa alegria y humor a pesar de los problemas.. por mi parte con este post te has ganado mi profunda admiracion como persona. Gracias por compartirlo con nosotrps, porqye tu forma de afrontarlo,con humor y positividad es un ejemplo a seguir.
«Miedo al miedo», no podrías haberlo descrito mejor. Cuando la ansiedad empieza a formar parte de tu día a día, pasas de tener miedo a hacer determinadas cosas, a volverte una persona totalmente insegura porque nace una nueva y paralizante sensación, el MIEDO A TENER MIEDO y todas las desagradables sensaciones físicas que eso provoca.
Con ansiedad desde que recuerdo, a los 18 años esa ansiedad me provocó agorafobia. Ahora, con 42 años, trabajo desde casa porque no me atrevo a hacerlo fuera. He pasado por momentos buenos y no tan buenos, recaídas y tratamientos…pero da igual en la etapa que esté, ese «bichito» siempre está ahí preparado para enseñar los dientes.
Gracias por no haber usado el post de reserva, porque sin haber visto la receta, estoy segura que ésta va a resultar mucho más equilibrada…aunque la acompañemos de una docena de tus maravillosas trufas
Y gracias también por demostrar que una persona con ansiedad, puede llegar a hacer que lo que proponga y encima hacerlo muy bien.
Un abrazo. Eva.
Tu me conoces de algo y has escrito sobre mi vida…. pero una cosa no la entendiste bien, que no perdí 10 kg, que engordé 40…
Ahora en serio, mi primera crisis de ansiedad fue con 16 años, tengo 41 y una larga experiencia.
Con nuestras idas y venidas en todos estos años de relación puedo afirmar que adquieres un «temple» especial a la hora de manejar ese «miedo al miedo» y las pseudocrisis que van llegando.
Me encanta tu blog, me matas de la risa.
Me encantan tus recetas; me encanta la energía que desprendes.
Mucha luz para ti y gracias x tu valor.
Admiro tu valentía. Sigue escribiendo sobre lo que quieras. Eres libre, es tu elección. Besos.
Sabes lo que has conseguido con escribir esto, publicarlo y «obligar» a tus fans a leerlo? Que te sintamos todavía más cercana de lo que ya te sentimos. Gracias por abrirnos tu corazón y dejar que nos identifiquemos contigo. Yo solo he tenido una crisis de ansiedad y creía que me quedaba en el sitio!! Eres la mejor blogger del mundo mundial!! Muchos besitos desde Granada 😉
Bravo. Mejor no le podías explicar. También lo he sufrido y sufro, pero hay que seguir pa’lante. Muchos besos
Ay Sandra……a los 3 meses de morir mi padre me pasó exactamente lo mismo que a tí….el corazón a mil…hasta perdí el conocimiento en una de mis clases de lo hiperventilada que estaba….sin control……me hice todas las pruebas cardiacas existentes….hasta un holter me pusieron 2 veces…y nada….más sana que ni se……todo esto no sucedió así de rápido…es más, hasta sentí ahogo cuando iba al cine y dejé de ir….pues después de mucho agobio, y muchos ataques y falta de oxígeno como yo decía, me preguntó el cardiólogo si me había pasado alguna cosa….bueno..»mi padre se murió en Octubre, pero de eso no es seguro»…..de aquella consulta me mandó a que me apuntara en clases de yoga…..¡y jamás me volvió a pasar!….controlé la respiración…..cuando me venía lo aprendí a controlar…y de esa forma se fueron yendo….hasta desaparecer completamente…..en fín….yo hablo de este tema abiertamente, hombre no en el blog…pero ¡yo no me he dormido en absoluto leyéndote!…me he sentido identificada totalmente…..personalmente creo que has dado un paso……un beso muy fuerte..
Marialuisa
Te sigo desde hace años, siempre me ha gustado tanto tu trabajo, tus fotos, tu forma de escribir; Ayer haciendo un ejercicio sobre que blogs admiro, el tuyo estaba en primera. Creo que TODO EL MUNDO siempre estamos librando una batalla, y en efecto, no es algo que te guste ir contándole a todo el mundo. Admiro tu valentía para venir aquí y contarnos esto, así de forma tan sincera, creo firmemente que cuando uno habla de «su batalla» ya está del otro lado, porque no hay nada más que alivie el alma (y la mente) que hablar y aceptar lo que nos pasa; justo ahora yo he tenido una plática con mi yo interior sobre un «problema conmigo» que no había acabado de aceptar, y del cual tampoco había querido hablar con nadie. Ayer cuando lo hable con alguien más y lo acepte, dejé ir una gran parte de la carga moral que significaba llevarlo a cuestas, y es increíble pero mi alma y mi mente sintieron un gran alivio.
Un beso enoorme Sandeea, y gracias por la confianza de contarnos tanto de ti.
Valiente!!. Es de mucho agradecer que compartas esto tan personal con todos. Me río muchísimo con tus post y me encantan tus recetas y libros. Este post es muy especial y nos ayuda a todos a abrirnos . Gracias guapa!
Gracias por ser y estar.
Excelente artículo, me encanta. http://www.medicacenterfem.com/interrupcion-legal-del-embarazo.php
Me parece muy valiente por tu parte y si eso te ha servido para sentirte bien adelante, aquí estamos para leerte y participar de tu blog da igual lo que nos escribas te leemos de pe a pa, ya me gustaría a mí saber expresarme tan bien como tú y poder escribir un post así de sincero.
Besos
Hola SANDRA.
Llevo leyéndote muchos años y siempre consigues sacarme una sonrisa. Nunca me he atrevido a escribirte pero el post de hoy lo hace casi obligatorio.
Gracias por compartir tu experiencia con el mundo y dar más visibilidad a los problemas mentales, eso es de valientes.
Aquí seguiremos para hablar de todo lo que necesites!!
Olé por tu valentía!!Yo también sé que es duro pasar por algo así y, sobretodo, tener que contarlo,porque parece que nadie te va a entender, y muchas veces parece que tengas que justificarte por estar así.
Me alegra que ya estés mejor.
Me ha gustado mucho eso de que el blog es tu receta de la felicidad. La nuestra también aunque lo que cuentes no sea divertido.
Y ahora me voy a leer la receta, que me la saltado para escribirte 😉
Un beso enorme!
Hola Sandra,
La receta de la felicidad es vivir lo mejor posible con lo que tenemos y leyendo ésta entrada me siento más que identificada contigo. Has sido valiente y haber hecho publica la «cara oculta» de Sandra Mangas aporta valor, tanto a tu blog como a ti cómo persona frente a tus lectores. Gracias por haberlo hecho! Si hasta ahora te seguía pos tus recetas, a partir de ahora serás para mi un ejemplo de superación personal, al que me mantendré cerca. Y tu libro pronto estará en mi estantería. Un abrazo!!
Madre mía, muchísimas gracias por hablar de este tema!
Entiendo que pueda ser un tema muy delicado, porque algunos amigos míos muy cercanos han pasado por algo parecido a lo que tú sufriste y ahora están en proceso de recuperación, aunque es muy lento y a veces parece que las cosas no van a mejorar.
Me alegra muchísimo que gente tan conocida como tú hablen con tanto respeto y comprensión de las enfermedades mentales, mientras que otras personas se ríen de los que las padecen o creen que no existen.
Como estudiante de psicología, considero súper importante visibilizar el tema de las enfermedades mentales y eliminar la estigma que tienen, porque mucha gente se echa para atrás al oír la palabra «terapia» por miedo al qué dirán, mientras que, como tú dices, eso no pasaría con alguien enfermo físicamente.
La receta de trufas me la apunto para hacerla en cuanto tengamos algún puente, tiene una pinta tremenda.
¡¡Gracias por compartir tus pensamientos sé fuerte en todo!!
La valentía de contarlo, de hacerlo público para hacer que los demás se sientan menos solos e incomprendidos, es algo que sólo los grandes pueden hacer.
Te diriía
La valentía de contarlo, de hacerlo público para hacer que los demás se sientan menos solos e incomprendidos, es algo que sólo los grandes pueden hacer.
A mí me pasó lo mismo sólo que un poco más a lo bestia y probé con diferentes terapias, creo que pasé por todas, pero hasta que no me tumbé en un diván con un psicoanalista no he logrado recuperar mi vida, mi felicidad, mi alegría, mi valentía de salir al mundo con una sonrisa sin el miedo irracional pero que justificaba.
Esa alegría que dices que no has podido recuperar, que no has podido volver a ser tú misma, si te pones en serio con el tema, te aseguro que no serás la misma, serás aún mejor, porque llevarás a tu espalda el haber superado y crecido con este tema.
He aprendido que los ataques de pánico o síntomas son sólo defensas de algo que está por debajo, te animo a que ahora seas valiente y mires que es lo que es esconde ahí debajo para que puedas enfrentarlo y volver a recuperarte a ti misma.
Muchísimas gracias por el post y gracias por combinarlo con trufas, ahora mismo las necesito para una terapia directa al corazón 😉
Un abrazo Sandee
Hola Sandra, te leo siempre desde hace años, aunque comento muy poquito, normalmente para darte la enhorabuena que siempre mereces. Hoy no quería quedarme callada y te envío un gran abrazo.
Eva
Gracias!
Yo me alegro mucho de que hayas escrito esta entrada sincerándote. Creo que tienes mucho mérito, de verdad. Ahora tengo un motivo más para admirarte: tu voluntad de superación. Gracias por tus palabras sinceras!! A mi me ayudan.
me voy a repetir, como el ajo, pero eres una valiente! decirlo te habrá costado lo tuyo! aquí todos tenemos nuestras cosas, y a los/las haters que les den, que hay gente muy envidiosa en esta vida (por desgracia).
Yo me marché de España, como muchos otros, hace 2 años, y tu blog y tus historias me alegraron y ayudaron mucho en los primeros meses! (me sentía muy sola!), así que ya sabes, que tú también has sido de ayuda para alguien 🙂
Gracias por abrirnos tu corazón guapísima , me siento identificada con todo lo que has dicho, es dificil hablar de estas cosas, pero que has hecho bien si te apetecía hacerlo.
Para mi, tu blog y el de muchos blogeros más, me ayudan y me alegran la vida con cada publicación.
Espero que tengas mucho éxito con tu nuevo libro y en todos los aspectos de tu vida. A pesar de no conocerte en persona, creo que eres una gran persona
Un abrazo con mucho cariño
Por cierto las trufas están espectaculares y con ese detalle de la R son una auténtica monada
Te mando un abrazo apretado y largo. GRACIAS por compartir tu enfermedad con el único fin de AYUDAR. Gracias por dar ESPERANZA a quienes la padecen una enfermedad mental o podamos padecerla algún día. ENHORABUENA por tu VIDA, por tus HIJOS, por tu TRABAJO, por tu BLOG, por tus LIBROS, por tu GENEROSIDAD, por tu HUMOR… por entregarte sin filtros…
No tengas miedo… ir A PECHO DESCUBIERTO… suele tener una gran recompensa… así que prepárate para un ALUD DE AMOR.
Como te entiendo, aunque al final vamos aprendiendo a vivir con ello, el cambio de aires es fundamental, en mi caso fue de colegio en su momento y de trabajo en el segundo. Amén de algunas compañías.
Con esa sonrisa tuya y tú gente, seguro que las recaídas serán muy leves. Un beso y un abrazo fuerte
Un Petó Guapísima!
Mmmm, estoy deseando hacerlas! Que pintazaa!!!
Llevamos tiempo aprendiendo de la repostería creativa y ahora hemos creado un blog, te lo dejamos por si quieres mirarlo y te gusta 🙂 http://terronetdesucre.blogspot.com.es/
Bendita inconsciencia…
Te entiendo perfectamente. Son momentos duros y muy tristes.
Un fuerte abrazo!!!
Yo empecé a seguir este blog por tus fantásticas recetas claro, pero tus bromas e historias son ahora mi verdadero vicio. Eres mi chocolate 😉
Mi admiración por ti no deja de aumentar, de pena nada. Es irónico que confesar tener en ocasiones miedo o pánico, sea un acto de valentía tan grande. Mientras seas así de valiente no tienes nada que temer.
Eres la mujer, madre, hija, hermana, amiga o bloggler
Hola Sandra, sigo tu blog desde hace mucho y nunca comento, pero hoy sí. Quiero decirte lo valiente que eres por contarlo y lo importante que es hacerlo, que la gente tome conciencia que le puede pasar a cualquiera y que no es nada vergonzoso ni humillante, sino el fruto de esta sociedad loca en que vivimos.
Me gustan las trufas y la receta pero me ha ayudado mucho tu post con mi ansiedad. Yo estoy en ello con mi doctora pero me anima leer que no soy la única y que algún día lo veré como tú ahora ya que yo también me considero optimista y no he perdido el sentido del humor. Gracias!!!!
Hola!!
La verdad es que he llegado a este blog a través de Webosfritos y lo he abierto únicamente porque al ver de qué se trataba, he sentido que tenía que hacerlo (es que no sé cocinar! se me da fatal). Muchas gracias por publicar y compartir algo tan doloroso, pero tan abstracto. Yo pasé por lo mismo y todavía tengo esa sensación de miedo al miedo y esos «amagos» que comentas. Alivia mucho que algo así deje de ser un tabú, saber que lo que has pasado entra dentro de la normalidad, aunque la gente prefiera no hablarlo.
¡Muchas gracias valiente!
Pues mira, eres más fuerte de lo que parece, has sacado fuerzas de flaqueza, como suele decirse y le has plantado cara al fin y, además, lo has publicado aquí, para mi ya eres una grande, tu fuerza de voluntad y tu enfermedad merecen nuestro respeto, al igual que todo tu trabajo que es excelente. A todos nos arrancas sonrisas y carcajadas y yo te nombraría co-gurú de Mikel, sí, en serio hay que negociar eso 😉 . A pesar de tus problemas consigues hacer que los demás se rían y eso no somos capaces de hacerlo todos (yo si estoy mal soy inaguantable y si estoy cabreada… ¡corre!). Ole y ole tú. Por cierto, esas trufas son un pecado delicioso, mi teclado ya echa chispas con tanta baba encima. Besos guapa
Ayyy, Sandra, mi niña, cuánto tiempo hacía que no te escribía un comentario, aunque siempre te leo y ya sabes que tengo en casa, siempre a mano, tus libros.
Te entiendo perfectamente y, sin conocerte, ya sabía yo que detrás de ese humor había una persona reservada. Recuerdo las veces que has comentado que te pones como un tomate cuando te graban. No importa. A todos nos pasa y nos va a seguir pasando. Tú sigue siendo como eres.
Entiendo por lo que has debido pasar porque en mi familia lo sufrimos. Es doloroso más por lo incomprendida que es la enfermedad mental que por nosotros mismos. Tú agárrate a tu familia y amigos, a la ayuda médica y, si te apetece, a quienes te seguimos a pies juntillas.
Un besote enorme
P.D: me voy a buscar tu libro de chocolate. 🙂 🙂 🙂
Buenos días a todos! 🙂
Quiero responderos uno a uno (también a todos los correos que he recibido!), pero como preveo que me va a llevar un tiempo, me gustaría daros las gracias a todos por vuestros comentarios de manera general. Me ha sorprendido la respuesta a este post, mucho. Gracias por vuestro apoyo, y vuestras palabras, por compartir aquí un poquito de vosotro/as. A mí también me gusta conoceros un poco más. Aunque este es un post publiqué con muchas dudas, finalmente me alegro de haberlo hecho. Un beso gordo!
No hay síntoma más evidente de empatía que las lágrimas. Las que se me brotan porque me veo tremendamente identificada en más cosas de las que mi mente racional quiere creer. Gracias por compartirlo, y por una receta que me pierde.
Venía a por las receta de las trufas para regalárselas a mi marido, pero el regalo me lo he llevado yo.
Llevo unos dos meses con ansiedad, y aunque ya me había pasado antes, hasta ahora no he sabido lo q es un ataque de ansiedad.
El primero fue en el trabajo. Creía q me iba a morir allí mismo: sin poder respirar, con la garganta como cerrada y zumbidos en los oídos… Entonces no sabía lo que era… Confieso que me da mucho miedo q me vuelva a dar en el trabajo y tener q admitir q es ansiedad. No está bien visto… Siempre he oído respecto a otros compañeros «Uff, ansiedad… Yo no tengo tiempo de eso» o «Ansiedad? Sabrá ella lo q son problemas en la vida…» y lindezas similares
Así que aplaudo tu valentía, y agradezco tu sinceridad. Una no tiene la culpa de que esto le pase, y tampoco tiene q dar explicaciones de porqué
Me llevo la receta de las trufas y un trocito de tu valentía para cuando me tenga q enfrentar a ello… 🙂
Un besote y muchísimas gracias, guapa!!
Recuerdo perfectamente cuando estaba estudiando para el exámen de Psicopatología (cuando era una estudiante de Psicología en la UMA) que me identificaba a mi misma prácticamente con cada trastorno de la personalidad. Puede parecer una tontería, pero no lo es, porque fue entonces cuando me di cuenta de que todos «cojeamos» a nivel psicológico en algo. Hay gente que es más propensa a caer en un estado de depresión que otra. Otras personas desarrollan trastornos de ansiedad. Dependiendo de los rasgos de personalidad que tengamos responderemos de manera diferente a los problemas, al estrés y demás situaciones vitales . En mi opinión nadie se salva, porque no hay nadie que sea inmune a un revés de la vida en un mal momento. Con esto no quiero decir que todos vayamos a desarrollar un trastorno mental, pero debemos tener en cuenta que la fuerza de voluntad no nos hace invencibles. Muchas veces tenemos que pedir ayuda para seguir adelante.
Gracias por contar tu historia.
Un abrazo.
Muchas gracias por este post. Te parecerá una bobada, pero leer que hay personas que pasan por la misma situación que yo, me produce cierto alivio. Saber que no soy la única con ataques de ansiedad o crisis de pánico, me hace sentir que no estoy sola, que alguien más entiende cómo de mal se pasa. Llevo cinco años en tratamiento y aún no lo he superado del todo. Hoy mismo, esta mañana, he tenido una crisis de ansiedad. Lo bueno, es que ya las se controlar. Lo malo, es que siguen sucediendome. Pasarán…lo sé.
Como me dijo la doctora que me ha tratado todo este tiempo, las personas que sufren este problema o enfermedad, son mucho más fuertes de lo que creen. Quizá tenga razón, porque hay que ser muy fuerte para salir airosa de la ansiedad. El miedo al miedo es algo con lo que siempre viviremos. Como alguien que haya superado un cáncer (también he sufrido un cáncer..) tiene miedo de volver a caer, de que se le reproduzca.
Lo importante es saber que tenemos la fortaleza de seguir adelante. Unos días con más ánimo y energía y otros, siempre esperando que sean los menos, con un poco con las «pilas gastadas».
Mucho ánimo para todas y un aplauso enorme para tí por haber sido capaz de hablar de tu enfermedad.
Un beso muy fuerte!
Eres grande Sandra, grande y gracias por compartir con tod@s tus recetas y tu felicidad….
Hola! Te sigo, aunque nunca comento nada, a excepción de en los concursos jeje! Solo quería comentarte que me ha parecido entrever en tu post que la causa de aquel problema fue acoso en el trabajo. Quizás no sea así, y solo lo pienso porque yo también lo sufrí. Fue en mi primer trabajo, con 25 años, y quien me acosó era hasta la fecha mi mejor amiga, mola eh? Me dejó muy tocada, la verdad, aunque gracias al que ahora es mi marido deje de culparme a mi misma y culparla a ella, a dejar de sentirme inútil, etc.. Por primera vez entendía a las mujeres maltratadas, como alguien puede controlar tu seguridad en ti misma, y destrozarla. Aunque afortunadamente mis secuelas, que tuve, no fueron tan graves como las que tú describes desde entonces entiendo muy bien cualquier sufrimiento psicológico. Sea este el origen, u otro, mi solidaridad contigo y con cualquiera que sufra este tipo de dolencias, que nadie comprende del todo hasta que no sufre. Un beso enorme.
Eres muy buena cocinera, escritora, fotógrafa , ahora con este post añado : Eres muy valiente. Gracias por compartir todas estas facetas en el blog. Si antes al leer tus recetas disfrutaba , me reía y salivaba….con el post de hoy me has hecho desear sentarme contigo delante de un café a charlar . Y esas ganas de sincerarse con los años cada vez es menos frecuente , por lo menos en mi caso . La sensibilidad y el sentido del humor q desprende tu blog , unido a a tus dotes de cocinera… No queda nada más q desearte lo mejor del mundo , muchos besos.
Eres especial, te sigo desde hace unos años, me encantan tus posts tan preparados, las presentaciones son impresionantes, las notas de humor, tus libros, tu vida; aprecio mucho que hayas sido capaz de ponerte en frente del público, ya sé que detrás de la pantalla, para contar lo que te ha pasado, se necesita tenerlos bien puestos, sigue así, eres lo más!. Ya ves es decirlo y abrirse la caja de pandora, no estás sóla, no estamos sólos!
besos S
Quien no haya estado nunca dentro de esa «nada» no puede hacerse a la idea de lo que es… Yo recuerdo perfectamente mi primer ataque de ansiedad y pensaba que me estaba dando un ataque al corazón. Estoy contigo en que hay que las enfermedades mentales son tan importantes, que hay que empezar a hablar de ellas. Porque una vez que sabemos que están ahí es cuando podemos tratarlas. A mi una psicóloga me cambió la vida. Muchas gracias por tus palabras y por tu receta 😉
Me encantan tus historias… Tu blog..tus recetas…tu ni caso a lo negativo…tu eres estupenda y que pena no conocerte en persona….gracias por tus historias
nunca escribo en los blogs, y eso que leo muchos. Pero te lo tengo que decir: Ole! y Ole! valiente!
A los haters que les den! Ole tú! Tu libro Chocolate me lo pide para Navidades, seguro que tiene el mismo nivel que los anteriores, que por cierto me encantan.
Valiente, eso es lo que eres por hablar de un tema así, públicamente. Me he sentido muy identificada con tus palabras y con ese «no he vuelto a ser la misma».
Un abrazo
Sandra muchas gracias por el post. Eres una valiente! No te puedes hacer una idea de lo valioso que ha sido para mí leerlo y de lo muchísimo que seguro que has ayudado a otras personas compartiendo tu experiencia.
1beso!!
Querida Sandra,
Creo que eres muy valiente por haber publicado esta entrada. Seguro que ayuda a mucha gente que estê pasando por lo mismo. Cuando uno tiene un problema, pocas cosas ayudan mâs que compartirlo o saber de otros que han pasado por lo mismo y han podido pasar pâgina.
Entre esto y tus magnîficas recetas, haces que esté muy contenta de conocerte, aunque sea sôlo mediante este blog.
Un beso muy fuerte, campeona!!
Hola preciosa, voy conociendo tu blogby por ende a ti y tu historia y en nombre de todas que sufren y/o sufrimos algun trastorno o enfermedad mental te doy las gracias por darnos voz, y hablo en primera persona porque soy tratada por depresión ya que tengo un hijo con discapacidad intelectual, otro problema de la mente, que como no tiene ningún problema físico de primera impresión pasa por un niño mal educado tiene Autismo, así que para adelante que estos tropezones son para enseñarnos como bien nos has dicho un mejor camino y una vida mas plena, siempre nos quedan los fantasmas persiguiendonos, a mi me persigue el fantasma de que se vuelva a accidentar mi hijo, ya que su discapacidad provocó un acciddnte, pero no nos podemos deterner por el miedo, hay que to,ar precauciones y seguir, y el mantenernos felices y ocupadas con cosas que nos gustan ayuda mucho, un abrazo y mucha fuerza para todas las personas que te siguen y para ti, que el universo las llene de energía positiva.
…»miedo de tener miedo» como te entiendo…
Hola Sandee,
Me has hecho llorar con este post,eso no es malo, sino que supone que cuando lo cuentas despiertas empatía en toda la gente que lo ha pasado.
Yo al igual que tu empecé a sufrir ataques de ansiedad con apenas 20 años,la sensación de irrealidad me aterraba. Mi madre y mi hermano pequeño tienen esquizofrenia y el miedo a volverme loca se multipicaba por mil. Sobre todo me pasaba cuando viajaba y el origen tenia mucho que ver con la culpa, creia que podía haber hecho mas por ellos.
Después de tiempo y dinero invertido en psicoterapia la ansiedad se redujo al mínimo,y aunque hay cosas que me asustan, ahora soy trabajadora social y madre y x encima de todo una persona con una enorme empatía. Esta clase de personas son necesarias para cambiar las cosas,gracias a lo que me pasó me conozco a mi misma muy bien,lo que supone que también conozco a los demás, muchas veces mejor que ellos mismos y esta capacidad es impagable si se usa para sacar lo bueno que todos llevamos dentro.
La parte no tan buena es que el miedo al miedo sigue ahí,y reconozco que por momentos me gustaría volver a los dieciocho cuando nada parecía asustarme o tengo momentos de envidia (cochina) de la gente que va, viene,hace y deshace sin sentir ansiedad.
Igual que tú, durante mucho tiempo oculte lo que me pasaba por que parecía buscar la compasión de los demás y el hecho de que se entrometiesen en mi vida me enfadaba enormemente.Pero desde hace dos años he decidido compartirlo con mis alumnos(formo a profesionales de atención sociosanitaria),no mi ansiedad, si no como se (mal) vive con la enfermedad mental,es la mejor forma de normalizarlo.
Gracias,porque has iniciado el cambio en mucha gente y eso vale mucho,además de la fortaleza que estoy segura que has adquirido en el proceso. Un abrazo
muy útil tus recetas, fáciles y ricas. Gracias por compartirlas
Sandra, qué bonica eres, y qué valiente.
No temas, este post te ha llenado de grandeza.
Gracias Sandra por este post.
Yo afortunadamente no he sufrido nunca ansiedad, pero mi chico sí. Hará 3 años que está diagnosticado, pero mucho antes también padecía síntomas aunque no supimos asociarlo.
Efectivamente, hay mucho silencio. Y no solo de quien lo sufre. En mi caso, me he visto reprochada por no saber entenderle, a pesar de que he cambiando mi manera de actuar para prevenir sus miedos. y lo hago en silencio a traves de excusas a mis amigos y familiares. Y lo peor de todo es la sensacion de no poder ayudarle… Y si esto continuara asi
Que generosa has sido contando tu experiencia. Te admiraba como profesional, ahora como persona. Besos.
Qué cosa más curiosa, Sandeea…
Venía aquí a buscar tu receta de las trufas y me puse a leer tu post que me había perdido en su día. Fíjate que no tenía ni idea de que la ansiedad estaba considerada como una enfermedad mental.
Me he sentido muy identificada con tus palabras: yo también sufrí ataques a los 18 años, mientras pasaba por un bache muy muy malo, yo también perdí las ganas de comer, hasta de vivir, y estuve así dos años, sin hablar de ello, con pastillas y sin tener a nadie para hablar y apoyarme. Y el día que decidí abrirme y contárselo a mi hermana, todo cambió. Y cambió más aún cuando decidí cambiar de vida, de país, y fue todo a mejor. Hoy en día, tras conocer a mi actual marido y dejar un trabajo que me amargaba la vida, puedo decir que he pasado página. No significa que en momentos de gran estrés no vuelva a pasarlo mal pero, como bien dices, el positivismo ayuda mucho muchísimo.
No es que vivamos en el mundo de la piruleta sino que preferimos compartir lo bueno, que lo malo ya sabemos todos lo que es y no resulta agradable para nadie…
De modo que tu receta de la felicidad me parece la mejor receta de todas (de todas las recetas de la vida, del blog y del mundo). No veo mejor forma de plantearse las cosas. A pesar de tu timidez (que yo padezco también), has sabido expresar tus emociones y las de mucha gente a la perfección.
Y que sepas que hoy mismo pruebo tu receta de las trufas, ¡¡con sellos y todo!!
Ya te contaré qué tal, aunque receta tuya que pruebe, receta que triunfa… 😉
Por cierto, estoy deseando que me regalen tu libro del chocolate para Navidad, a ver si se portan Papa Noel o los Reyes, que te juro que yo he sido muy buena!! *_*
¡Un beso y un abrazo grande!
¡¡Sigue alegrándonos, que lo haces muy bien!!
Buen finde,
Aurélie
Sandra, eres muy valiente, has hecho muy bien en escribir sobre el tema. Escribir además libera tu alma en cierto sentido del miedo que te atenaza. En cuanto a las trufas, me he desmayao solo de ver su pinta deliciosa. Un gran abrazo.
Releo este post muchas veces y no sabes lo mucho q me ayudó. Gracias
ERES INSPIRADORA CON ESE TÍTULO DEL BLOG, ME ENCANTA!
Tu post es como un post de cabecera que siempre releo desde que empecé hace unos años con ansiedad. El año pasado fue el peor pr ya va pasando. Lo peor fue dejar de dormir. Yo no sentí la nada pr sí muchos ataques de pánico y dolores psicosomáticos . Pero no dormía y eso me iba consumiendo. Gracias por tu valentía