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Pollito, no corras, que solo voy a hacerte una casita de pan!

Esta idea de asar el pollo dentro de pan no es mía, a pesar de mi afición por encarcelar alimentos, en especial si son del género avícola… es de Jamie Olivier, aunque la receta sí es mía. Olivier condimenta el pollo con salvia, la costra de pan la hace con 1 kg de harina y 500 gr de agua (sin sal), y lo cocina 2 horas a 250º C (aunque esto creo que es un error de traducción del libro, y creo que se refería a ºF). Además, me parece deducir de sus indicaciones que no se come el pan, únicamente lo usa para cocinar el pollo dentro como si fuera una especie de papillote, y para mantenerlo caliente para llevarlo por ejemplo a un picnic… yo tenía claro que lo mejor de esta receta tenía que ser el pan con la salsa de pollo… así que os cuento cómo lo hice yo, y vosotros elegís: Olivier o yo 😛

Ingredientes:
1 pollo (el mío de 2 Kg)
2 o 3 cebollitas francesas
1 limón
especias a vuestro gusto (yo un sobre de pollo a l’ast que lleva sal, mejorana, ajo, romero,…)
para la costra de pan:

750 gr de harina de fuerza
25 gr de levadura fresca de panadería
375 gr de agua
50 gr de aceite de oliva
1 cucharadita y media de café de sal
Opcionalmente podéis aromatizar la masa con las especies que os gusten. Yo no lo hice.

Comenzamos preparando la masa. Ponemos la harina en un bol, deshacemos en miguitas la levadura, agregamos los líquidos y la sal, y amasamos unos 10 minutos, hasta obtener una bola lisa. Os podéis ayudar de un robot de cocina. Formamos una bola, y dejamos reposar 2 horas hasta que doble volumen.
Mientras, vamos preparando el pollo. Lo limpiamos bien por fuera (yo los compro ya limpios por dentro y atados para que mantengan la forma al hornearse), podemos quitar la piel si queremos (yo no lo hice). Introducimos dentro del pollo las cebollitas francesas peladas, y el limón (después de haberlo lavado también cuidadosamente). Con las especias que hayamos elegido para aromatizar el pollo, nos embadurnamos las manos con un poco de aceite y masajeamos el pollo para que se impregne bien de las especias. Lo dejamos reposar con el marinado mientras que leva la masa.
Pasadas las dos horas, estiramos la masa de pan formando un rectángulo de 1 cm de espesor, que nos permita cubrir el pollo por completo y cerrarlo. Colocamos el pollo, cerramos formando un paquete. Como se ve en las fotos, intenté modelar la masa de pan para que se mantuviera la forma de pollo, pero en el horno la perdió totalmente.

Introducimos en horno precalentado a 130º, durante 2 horas. A partir de la primera hora, cubrí con un papel
de hornear para que no se tostara demasiado. Recuerdo que mi horno tira a potente.
Esta forma de cocción hace que el pollo resulte muy jugoso, y se mantenga caliente para llevarlo por ejemplo a un picnic. No penséis que el pan queda totalmente empapado por la salsa, ya que se forma una costra muy crujiente. El pollo se cocina lentamente en su propio jugo dentro del pan, con lo cual además es una manera muy limpia de cocinar, ya que no se ensucia horno, ni bandeja de horneado (toda la salsa queda dentro del pan)… y a disfrutar! Esta vez no hay excusa para no mojar el pan en la salsa!

Edito para incluir una foto que me ha enviado amablemente María de La menta fresca. Como algún lector malvado me ha comentado que mi primera foto parecía un parto, quería dejaros aquí la foto de otra «cesárea». María en lugar de dejar levar la masa y luego estirar, la estiró, metió el pollo y lo dejó levar 2 horas… así tiene más miga! Gracies María!