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Mi ensalada favorita y yo tenemos algo en común: no somos muy agraciadas! Lo de la ensalada tiene arreglo, pero lo mío…
Era tan fea que cuando nací el doctor le dijo a mi madre: si no llora, es un tumor… si vuela, es murciélago!
Era tan fea que cuando nací, no lloré yo, sino las enfermeras…
Así que me pusieron en una incubadora con cristales tintados…
Mi madre en vez de darme el pecho me daba la espalda…
Mi padre llevaba en la cartera la foto de la niña que venía en ella cuando la compró…
Pronto me di cuenta de que mis padres me odiaban, pues mis juguetes para la bañera eran un radio y un tostador eléctrico.
Una vez me perdí. Le pregunté al policía si creía que íbamos a encontrar a mis padres. Me contestó: “No lo sé; hay un montón de lugares donde se pudieron haber escondido”.
Cuando me secuestraron, los secuestradores mandaron un dedo mío a mis padres para pedir recompensa. Mi madre les contestó que quería mas pruebas.
En lugar de tener la menstruación, tuve la monstruación…
La única vez que me silbaron me pilló el tren… y después del accidente quedé mejor!
Me presenté a un concurso de feos y me dijeron que no aceptaban profesionales…
Si os mandase una foto por email la detectaría el antivirus…
y para que lo entendáis en términos culinarios, soy tan fea que hago llorar a las cebollas! y los que hacen muecas si me los como son los limones!

Nota: cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia!

Ingredientes:

Para la masa de pan:
250 gr de harina de fuerza
160 ml de agua
25 ml de aceite de oliva
10 gr de levadura fresca de panadería
5 gr de sal

Para la ensalada:

250 gr de gulas (recomiendo La Gula del Norte)
250 gr de canónigos
1 diente de ajo
Aceite de oliva virgen extra
Sal

Ponemos en un bol la harina, desmenuzamos la levadura fresca con los dedos, hasta convertirla en miguitas. Hacemos un hueco en el centro, agregamos el agua y el aceite, y la sal evitando que entre en contacto con la levadura, y comenzamos a amasar. Yo comienzo mezclando con una pala de madera, y cuando ya se ha integrado todo comienzo a amasar dentro del bol introduciendo los dedos por debajo de la masa, y llevando la masa hacia el centro, mientras que voy girando el bol con la otra mano. Cuando ya está un poco manejable, paso la masa a la superficie de trabajo ligeramente enharinada, donde la sigo trabajando hasta que se vuelva lisa y homogénea. Formamos una bola, y dejamos reposar en un lugar cálido (25-30º) durante una hora. Pasado este tiempo, estiramos la masa, y la cortamos en rectángulos de igual tamaño para formar la charlotte. Los rectángulos deben ser lo suficientemente anchos para sostenerse de pie. Depositamos sobre una bandeja de horno forrada con papel sulfurizado, y horneamos a 200 º hasta que estén dorados (unos 10- 15 minutos). Se pueden congelar.
En Thermomix, mezclamos todos los ingredientes 20 segundos velocidad 4, y programamos 3 minutos velocidad espiga (gracias Su!), y dejamos reposar en el vaso. Procedemos como en la elaboración tradicional.

Para elaborar la ensalada, ponemos un chorro generoso de AOVE en un bol, y sal. Cortamos en dos el diente de ajo, y frotamos la ensaladera para que se impregne bien del sabor a ajo. Ponemos las gulas en el aceite, y removemos para que tomen sabor. Por
último agregamos los canónigos, y mezclamos bien. Esta ensalada debe servirse inmediatamente, porque los canónigos se ponen lacios enseguida, y se pone aún más fea 😛

Para el montaje del plato, podemos ayudarnos de un aro de emplatar. Ponemos la ensalada en el centro del aro, colocamos los palos de pan (a los que previamente habremos cortado un extremo para igualarlos, y para que sirva de base) alrededor, y cerramos con el lazo. En ese momento procedemos a retirar con cuidado el aro de emplatar.
Para comer, quitamos el lazo… y a disfrutar! (porque «lo esencial, es invisible a los ojos»)


Esta receta aparece recogida en el libro Redcomiendo 2010