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Hace años (hala, no tantos :P) estuve trabajando en Hannover durante la Expo. Junto con otra chica española solíamos ir a bailar a un sitio de salsa, «El diablo latino», donde, a modo de antigua verbena, los chicos te sacaban a bailar… Muy divertido y todo eso, pero a veces no te dejaban parar… y se ponían pesaditos, así que mi compi, andaluza, y muy salá, les decía: mira, es que no puedo bailar porque… tengo una pata de palo! y lo acompañaba de movimientos que hacían creer que era verdad. El caso es que la excusa funcionaba, no sé si por sí misma, o porque los chicos dudaban de nuestra salud mental. Ahora no os voy a contar el típico chiste de: -Bailas? -No -Y eso? – Eso es mi amiga y tampoco baila! Os voy a dejar unas frasecitas cuando queráis darles caña, pero de la otra…
Él: Estoy seguro que podría hacerte muy feliz
Tú: ¿Por qué? ¿Ya te vas?

Él: ¿Me puedes dar tu nombre?

Tú: ¿Por qué? ¿No tienes tú uno?

Él: ¿Dónde has estado toda mi vida?

Tú: Escondiéndome de ti

Él: ¿No te he visto en otro lado?

Tú: Sí. Por eso ya no voy por allí

Él: ¿Está libre este asiento?

Tú: Sí, y si te sientas también éste

Él: Así es que, ¿a qué te dedicas?

Tú: Soy travesti

Él: Hola preciosa, ¿de qué signo eres?

Tú: De negación
Y ahora ya nos podemos comer a gusto y a solas estas ricas napolitanas!

Para hacer esta receta he seguido la de los croissants de Pierre Hermé, con ligeras modificaciones en los ingredientes. Así que podéis seguir el paso a paso de aquí, salvo a la hora de dar forma:

Ingredientes

250 gr. de harina de fuerza
30 gr. de mantequilla a punto de pomada
4 gr. de sal
40 gr. de azúcar
8 gr. de leche en polvo
10 gr. de levadura fresca de pan
100 gr. de agua a temperatura ambiente

Para hojaldrar: 40+40 gr. de mantequilla. He usado la de Hacendado (Mercadona)

Para pintar (antes de hornear)

1 huevo entero
1 cucharilla de azúcar
Una pizca de sal.

Para pintar (después de hornear)

40 gr. de azúcar
15 gr. de agua

Para la crema pastelera:
125 ml de leche
125 ml de nata
75 gr de azúcar
2 yemas de huevo mediano
1 vaina de vainilla
20 gr de maicena

Comenzamos preparando la crema pastelera. Ponemos a cocer la leche y la nata con el azúcar y la vaina de vainilla. Aparte con un poco de leche que
hemos reservado disolvemos la maicena, y añadimos las yemas de huevo batidas. Cuando la mezcla que tenemos al fuego hierva, retiramos y la añadimos a la preparación anterior.Volvemos a poner a fuego lento, removiendo sin parar hasta que espese. Cuando tenga la consistencia deseada, retiramos del fuego y añadimos una cucharada de mantequilla que le dará aroma y brillo. Dejamos enfriar, tapado con papel film para que no le salga costra.

Diluimos la levadura en agua a temperatura ambiente, hasta que se haya disuelto totalmente. Amasamos todos los ingredientes menos las mantequillas. A medio amasar añadimos la primera mantequilla y seguimos amasando hasta que se haya incorporado totalmente. Así durante unos 5 minutos. Formamos una bola, la cubrimos con plástico de cocina (film) y dejamos reposar durante un par de horas en el frigorífico.

Pasado el tiempo, extendemos la masa en un rectángulo de un centímetro de grosor. Extendemos la mitad de la mantequilla (40 gr.) sobre 2/3 de la masa, de modo uniforme, intentando que no llegue al borde (para que no se salga) y le damos la primera vuelta. Primero doblamos el tercio sin mantequilla hacia el centro, y luego el otro tercio hacia el centro. Giramos 90º y volvemos a extender la masa y procedemos a hacer las mismas dobleces (darle una segunda vuelta) esta vez sin haber echado mantequilla. Dejamos reposar 2 horas en la nevera.

Pasado este tiempo, repetimos todo el proceso anterior, con dos vueltas simples y con los 40 gr. restantes de mantequilla. O sea otra vez estirar, poner mantequilla, doblar, estirar, volver a doblar ya sin mantequilla, y a la nevera. Esta vez lo dejamos reposar una hora antes de formar las napolitanas.

Formamos un rectángulo de 25×40 cm2, aproximadamente. Recortamos rectángulos de masa, ponemos una cucharada de crema en un extremo, y enrollamos formando la napolitana. Disponemos las napolitanas sobre una bandeja con papel de hornear. Dejamos crecer durante unas dos horas.

Pasado el tiempo precalentamos el horno a 180º C, batimos el huevo con el azúcar y la sal. Pintamos cada napolitana con la mezcla de huevo, ponemos unas almendras laminadas, e introducimos en el horno, durante unos 15 minutos pero ya sabéis que eso varía según hornos.

Mientras se hornea preparamos el jarabe calentando el agua y el azúcar hasta que se haya disuelto totalmente el azúcar. Retiramos las napolitanas del horno, pintamos con el jarabe y… a disfrutar!