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Cuando estudiaba en Madrid, vivía en una residencia de estudiantes. Allí trabajaban varios porteros, que se dedicaban a llamarnos por megafonía cuando teníamo una llamada: «Señorita SandeeA Melona, SandeeA Melona, por favor acuda al teléfono» … En esas tardes aburridas… de vez en cuando éramos un poquito malos… y telefoneábamos preguntando por Tomás Turbao, Benito Cámelas, Ester Colero, Elena Nito del Bosque,… para que el portero le llamara a voz en grito por todo el colegio !!! Yo no llamaba… pero sí que daba ideas para los nombres… hay tantas posibilidades!!!! Aitor Tilla,, Belén Tejas (como podéis suponer, lo mío eran las especialidades culinarias )
Estos mejillones van dedicados a ellos. La novedad: he sustituido la concha del mejillón por una concha de pan crujiente… Están muy ricos. Muy muy ricos. Aunque no ha habido forma de sacarles una foto decente … Pero mejor probádlos y me lo decís vosotros mismos

Ingredientes (para 50 tigres… ):

– Para la concha de pan (masa de aceite de mi querido Bertinet pero sin sémola porque nunca tengo)
250 gr de harina de fuerza
8 gr de levadura fresca de panadero
25 ml de aceite de oliva
160 ml de agua templada
4 gr de sal

Las conchas de los mejillones

Ponemos en un bol la harina, desmenuzamos la levadura fresca en el centro con los dedos, hasta convertirla en miguitas. Hacemos un hueco en el centro, agregamos el agua y el aceite, y la sal por la parte exterior para evitar que entre en contacto con la levadura, y comenzamos a amasar. Yo comienzo mezclando con una pala de madera, y cuando ya se ha integrado todo comienzo a amasar dentro del bol introduciendo los dedos por debajo de la masa, y llevando la masa hacia el centro, mientras que voy girando el bol con la otra mano. Cuando ya está un poco manejable, paso la masa a la superficie de trabajo ligeramente enharinada, donde la sigo trabajando hasta que se vuelva lisa y homogénea. No es necesario enharinar mucho, no es una masa excesivamente pegajosa. Formamos una bola, y dejamos reposar en un lugar cálido (25-30º, últimamente he descubierto que el mejor sitio en mi casa es el microondas) durante media hora.

Pasado este tiempo, engrasamos las conchas de los mejillones, estiramos la masa de pan muy fina en una superficie enharinada, y vamos cortando porciones del tamaño de las conchas. Forramos cada concha con la masa de pan, y dejamos reposar 10 minutos, mientras que
precalentamos el horno a 200º. Horneamos hasta que estén doradas. Dejamos enfriar, y retiramos la concha con ayuda de un cuchillo de punta fina.

– Para la bechamel de mejillones:
Medio Kg de mejillones
un vasito de vino blanco
1 cebolla
1 pimiento verde
una pizca de pimentón picante
3 cucharadas de salsa de tomate (si es casera… mejor)
3 cucharadas de harina
Leche
Aceite
Sal
Pimienta
2 huevos
Pan rallado

Abrimos los mejillones en una cazuela con el vasito de vino (20 cl). Reservamos mejillones, y si queréis el caldo también.

Picamos cebolla y pimiento y los pochamos en aceite de oliva muy despacito con un poco de sal, agregamos los mejillones cortados muy pequeñitos, el pimentón y rehogamos un poco… con cuidado porque el pimentón se quema con facilidad. Añadimos la salsa de tomate, un poco de aceite y tres cucharadas de harina. Tostamos un poco el harina, y vamos agregando leche en un hilo hasta obtener una bechamel espesa, pero tampoco demasiado (si habéis reservado el caldo de cocer los mejillones podéis utilizar un poco para hacer la bechamel… yo no lo he hecho). Debe quedar una masa más ligera que para croquets. Rectificamos de sal y pimienta y dejamos enfriar. Yo posteriormente he triturado esta masa con la batidora. Pero no es necesario.

Rellenamos las conchas de pan con la bechamel, y empanamos la parte de la bechamel con huevo y pan rallado. Freimos a fuego fuerte sólo por la parte empanada. Depositamos sobre papel de cocina para retirar el aceite sobrante. Una parte los he hecho en el horno, sin rebozar y gratinándolos con pan rallado. También quedan muy ricos. Y a disfrutar!!! Os recuerdo que esta masa congela sin problemas 🙂