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Otra presentación que he encontrado en «El gran libro de la guarnición». La verdad es que vienen cosas curiosas… aunque estas dos son las que más me han llamado la atención… Es una idea para decorar mesas o presentar el queso de una forma diferente. Espero que os guste.

Necesitaréis: rabanitos (si son de los de rabo largo mejor), queso, pimienta para los ojos, si los rabanitos no tienen mucha cola un poco de hilo de bramante… y 15 minutos para hacer 4 ratones…

Cortáis la parte de abajo del rabanito para que tengan una base firme y la naricilla quede cerca del suelo


Para los ojos, con un palillo hacéis dos agujeros encima de la nariz e introducís los granos de pimienta


Para el rabito, o enrolláis un poco la «colita» del rabanito (parezco tontita hablando con diminutivos) o le atáis un poco de hilo de bramante.

Mi queso tenía agujeros, pero si el vuestro no tiene, podéis hacerlos con un vaciador de melón


Para las orejas, con lo que hemos cortado de los rabanitos, vamos cortando las orejas. No hace falta que sean perfectas, queda bien de todos modos. Encima de los ojos hacemos dos hendiduras e introducimos las orejas. Y nada más! A colocar los ratoncitos como queráis 🙂


No sé qué más decir, pero es que no me gusta dejar hueco entre foto y foto 😛


Pues nada, unas definiciones tontas que son las que me gustan a mí 😛
Brújula: viéjula montada en una escóbula


Oreja: sesenta minutejos
Circuito: donde están los payasuitos

Meollo: me escucho

Esmalte: ni lune ni miélcole


Decimal: Plonuncial incolectamente
y a ver si adivinas tú esta… qué es el código

… pues por dónde se dobla el brácigo hombre 😛

Lo sé, estoy fatal…